En Armonía fetal: El diálogo molecular desde el inicio de la vida
Ocurrido el intercambio genético en la fecundación y formado el huevo o cigoto
Opinión.- Ocurrido el intercambio genético en la fecundación y formado el huevo o cigoto, mientras este recorre el camino hacia el útero, libera un conjunto de moléculas (interleuquinas) que van a contactar con receptores específicos de las trompas de Falopio de la madre.
Como repuesta, las trompas van a producir varias sustancias, conocidas como factores, entre los que se destacan 1- los llamados factores de crecimiento, que permiten el desarrollo embrionario; 2.- factores de supervivencia que inyectan la vitalidad que el embrión necesita durante los 5 primeros días; 3.- el factor LIF, por tener receptores en las células del trofoblasto (la envoltura) del embrión, que hace posible que sus células formen parte del sistema inmune en esta etapa de gestación, de forma que el trofoblasto empieza a actuar como la piel del embrión.
También sintetiza la madre moléculas de superficie, las mucinas, que indican el recorrido que debe seguir por las trompas y el lugar donde debe detenerse para anidar. La maternidad no solo aporta factores nutritivos, sino que orienta el recorrido del embrión hasta el útero, animándole a crecer y seguir viviendo.
Con el diálogo molecular entre la madre y el bebé en crecimiento, el embrión convierte al sistema inmunológico materno en tolerante. La tolerancia inmunológica se activa a través de una red de sustancias que liberan y actúan localmente y silencian todas las células maternas que generarían el natural rechazo hacia lo extraño.
Estas interacciones entre moléculas y los intercambios celulares que se establece entre el hijo y la madre durante la gestación crean una íntima convivencia de dos vidas, que, además, se van a unir con las motivaciones sutiles de los padres a la hora de concebir.
Mientras el cuerpo del hijo se desarrolla en el cuerpo de la madre, se prepara para eventos que le van a permitir asimilar e incorporar el ambiente propio, capacitándolo para adaptarse al entorno una vez nacido. En paralelo, el cerebro de la madre se organiza y crea un complejo y rico comportamiento maternal, orquestado biológicamente por las hormonas y factores del embarazo, al cual habría que agregar los componentes psicológicos y espirituales, estos últimos cruciales en la estructuración de la personalidad del nuevo ser. En este punto es determinante que consideres ¿qué te motiva a tener un bebé? La garantía de tener un bebe sano y feliz, depende de tu respuesta.
Gonzalo Medina Aveledo PhD Ciencias Médicas
Médico Obstetra
Investigador de las emociones maternas
Ig. @armoniafetal