Opinión.- La inflación y el deterioro de los servicios públicos marcan el día a día de los venezolanos.

Según los resultados realizados por diferentes empresas encuestadoras nacionales y regionales, el 87% de los venezolanos, considera que el deterioro de los servicios públicos y la inflación los afecta directamente en su precaria calidad de vida.

Las continuas fallas del sistema eléctrico, la falta de agua, las averías de CANTV, el inconstante suministro de gas, el caos del transporte público y la deficiente atención a las denuncias que sobre los problemas descritos mantienen algunos funcionarios, influyen en que 8 de cada 10 ciudadanos reclame y exija la mejora de los servicios.

Por otra parte, las amas de casa deben afrontar diariamente la voracidad de comerciantes inescrupulosos –con sus excepciones claro está-; quienes aumentan permanentemente, los costos de los productos, especialmente los de primera necesidad.

No negamos que los funcionarios a quienes compete atender los casos anteriormente descritos, no estén haciendo su mejor esfuerzo por supervisar y controlar estas situaciones; sin embargo, parafraseando a Ali Primera, “No basta rezar”, ya que si esas acciones no van acompañadas de sanciones contundentes, esta triste historia seguirá ocurriendo en las diferentes zonas del país.

Ciudadanos valoran esfuerzos de alcaldes carabobeños

Varias empresas encuestadoras se han trasladado a Carabobo, con la finalidad de hacer una evaluación exhaustiva de la gestión que hasta ahora han venido realizando los burgomaestres en cada uno de los 14 municipios que conforman la geografía carabobeña.

En lo que concierne al alcalde del municipio San Diego, León Jurado, los habitantes de la zona le reconocen que a pesar de la precaria situación financiera y la desventaja de no contar con muchos recursos de los que asigna el gobierno nacional, el joven abogado “ha hecho de tripas corazones” para generar mejoras en lo que respecta a los servicios públicos.

Hasta ahora, la revelación del año lo constituye la gestión del alcalde de la ciudad de Valencia, Julio Fuenmayor, a quien se le atribuye la pacificación de las corrientes internas del PSUV en la capital carabobeña; además de, manejar muy buenas relaciones con sectores opositores y con las diferentes instituciones gremiales, empresariales, universidades, culturales y sectores diplomáticos; entre otros. El plan Buho es el operativo bandera de Fuenmayor quien “a la chita callando”, consolida paso a paso su particular manera de gobernar.

En Puerto Cabello, Juan Carlos Betancourt continúa ratificando que es un trabajador incansable y que tiene una capacidad muy especial para generar recursos propios que le permiten coadyuvar esfuerzos junto a los consejos comunales para hacer inversiones directas en las comunidades; por otra parte, Betancourt cuenta con un equipo de hombres y mujeres plenamente identificados con las tareas que le son asignadas bien por Nicolás Maduro; como también, por el gobernador Rafael Lacava, confirmando de esta manera la lealtad y disciplina partidista que le caracteriza.

Situación similar se observa en los otros municipios, cada alcalde ejecuta acciones con los recursos de que disponen y los que Lacava se faja duro en Caracas por conseguir para ayudarlos. Por ahora, se muestran como un equipo sólido al que muy difícilmente deslumbrarán con “cantos de sirenas”.

Tiziana Polesel alzó su voz en defensa del empresariado

La presidente de Consecomercio, Tiziana Polesel, asistió a la Asamblea de Fedecámaras Portuguesa.

Durante su intervención Indicó que el gremio empresarial genera empleos y, a su vez, ejerce presión para propiciar cambios favorables en la dinámica comercial del país. “Somos heterogéneos, plurales, realistas y democráticos.

“Los empresarios en Venezuela mostramos lo que hacemos con absoluta transparencia. Rendimos cuentas una vez al año y renovamos nuestras autoridades en procesos electorales limpios y democráticos”, agregó Polesel.

La empresaria también se refirió a las reuniones que ha sostenido, durante su gestión gremial con el Gobierno nacional, valorándolas positivamente para dinamizar al sector privado, defender sus intereses y tratar de influir en las decisiones de quienes generan políticas públicas. “Tenemos que sentarnos a hablar”; porque entre otras cosas, “Queremos cuidar la casa, trabajar por ella, por nuestras empresas y por su gente a fin de que cuando nuestros compatriotas decidan regresar, aunque sea de vacaciones, encuentren su casa arreglada y próspera”.