Lister Monteverde: Ahí el Ágora: Ayuda al pobre, hazlo ya
Es de Dios, es una orden dada de lo alto que tú y yo atendamos a los pobres, lo sientas o no lo sientas en tu corazón
Opinión.- Muchas consecuencias inadvertidas pasan muy cerca del hombre o de la mujer que desatienden conscientemente y desoyen las voces de los pobres. Los pobres necesitan ser oídos, necesitan de un apoyo mayor y de una atención singular, no es justo pasarle a un lado y no preocuparte por ellos. El incumplimiento de quienes sabemos que a los mas necesitados, aislados de un bien o beneficio, hay que ayudarlos, nos acarrea situaciones nada favorables.
Es de Dios, es una orden dada de lo alto que tú y yo atendamos a los pobres, lo sientas o no lo sientas en tu corazón, es una orden y ya, por consiguiente debemos obedecer. Se cuenta como injusticia si teniendo las herramientas y posibilidades que nos permitan socorrer a los pobres de nuestra nación, del mundo y de nuestras ciudades en común, nos hagamos de la vista gorda, lamentablemente hay quienes lo hacen.
Quienes ayudan a los pobres no tendrán pobreza, sin embargo, quienes cierran sus ojos tendrán muchas maldiciones. Si estas líneas las dijera de manera personal y desde mi ánimo humano, es probable que se ponga en duda. No obstante, quien dice esto es Dios en su palabra, Pr 28:27. No podemos cerrar nuestros ojos, no debemos desviar la atención que debemos colocar en esa familia pobre, no es contada como justicia jamás, si ignoramos, si pisoteamos el dolor que produce la miseria en las personas. El Espíritu Santo ordena, el mismo Jesús manda que debemos atender a los pobres.
La soberbia, las ambiciones del hombre desprotegen su alma, por cuanto la misma arrogancia lo mantiene engañado, lejos de la realidad que muchas veces está frente a sus ojos. En Gálatas Cap 2:10, al apóstol Pablo le dan o le hacen una petición, Santiago, Cefas (Pedro) y Juan le sugieren a él y a Bernabé después de estrecharles las manos, que se acordaran de los pobres.
Ahora, la encomienda para Pablo directa fue atendida por el apóstol de manera solícita, no solamente a favor de los santos pobres de Jerusalén, quienes eran perseguidos y violentados en sus derechos, sino que también a los pobres de otras naciones, a los gentiles. Dios manda a que atendamos a quienes profesen la fe de Cristo y que sean pobres, que se sientan perseguidos por la ignominia. Pero también la orden de atención y socorro debe ir y alcanzar a quienes no conocen a Dios, a Jesús, no importa si es creyente o no, si es cercano a una iglesia o no, lo que importa es que nuestras acciones traspasen verdaderamente las fronteras y barreras humanas, porque Dios es amor.
Las promesas, las advertencias de Dios no podrán detenerse, tienen un tiempo de cumplimiento. Es importante obedecer a sus mandamientos, amar por encima de cosas nada provechosas. Si eres médico y te llega un paciente pobre, muestra el amor de Cristo, si eres un abogado y un pobre te pide le lleves un caso, hazlo. Si eres un servidor de Dios, tengas el llamado o cargo que tengas y alguien necesita, lo ayudes, hazlo. Si eres un político y puedes ayudar al que combate diariamente con la miseria, hazlo. Porque Dios es quien paga.
¡Sí se puede amigo lector (a), es por aquí la plaza pública comunicacional!
Otrosí o nota: Dios cuide siempre a los profesores que enseñan con excelente pedagogía, a ellos mil bendiciones. Saludos con mucho cariño a la socióloga Maritza Espinoza, a los Lcdos. periodistas Elenie Portillo y Javier Ramírez, quienes día a día libran las buenas batallas, en especial las batallas académicas; son excelentes profesores de la Unica, Maracaibo; estos son catedráticos de alto calibre universitario. ¡Felicidades!
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