Opinión
En armonía fetal: La plasticidad adaptativa fetal
Todas las especies, y desde luego también la humana, experimentan una selección de sus propios constituyentes genéticos para que se adapten mejor a las demandas del medio
21 de noviembre de 2024
Opinión.- El período que transcurre entre la concepción y el nacimiento a la vida extrauterina está determinado por un rápido ritmo de crecimiento, de replicación celular y de diferenciación, así como por la maduración de todos los sistemas orgánicos.

Este proceso necesita un adecuado aporte energético y es muy sensible a las alteraciones en el medio intrauterino. Aunque los genes son los responsables de la expresión de los factores de crecimiento que tienen influencia en el desarrollo del feto, existe un importante factor adicional determinado por la capacidad del bebé intrauterino para utilizar los nutrientes.

Todas las especies, y desde luego también la humana, experimentan una selección de sus propios constituyentes genéticos para que se adapten mejor a las demandas del medio. Es la conocida adaptación genética, que, a través de mecanismos de ajuste, facilitan la supervivencia del individuo. Tales mecanismos son básicamente dos: acomodación y plasticidad.

La acomodación es una modificación reversible en la composición de los tejidos y en su metabolismo. La plasticidad, en cambio, es una adaptación funcional o estructural permanente y se relaciona íntimamente con el fenómeno de la programación metabólica precoz.

El término programación fue introducido en la literatura científica en la década de los 70 por Günter Dörner, y se basa en la capacidad de los organismos inmaduros de adaptar las características de su desarrollo a las necesidades impuestas por el medio; tal adaptación tiene un efecto duradero que puede manifestarse en etapas posteriores de la vida.

Según la definición de Alan Lucas, del Instituto de Salud Infantil de Londres, cuando un estímulo o agresión actúa en un periodo sensible o crítico, produce un cambio permanente o mantenido en la estructura o función de un organismo. Los cambios que se producen en el crecimiento y en el metabolismo de nutrientes durante la vida fetal representan una plasticidad adaptativa. Lo relevante de todo lo que le he comentado hoy, es que el bebé intrauterino recibe del ambiente en que se desenvuelve una información que le preparará para la vida postnatal.

Si la información recibida intraútero coincide con el ambiente en el que se encuentra habrá una concordancia real, una verdadera adaptación. ¿Tendrá algo que ver esta adaptación con la programación fetal? La próxima semana, conversaremos sobre este tema.

Ciencias Médicas
Médico Obstetra
Investigador de las emociones maternas

Ig. @armoniafetal
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Gonzalo Medina Aveledo