SINSECRETOSCB: El Ayuntamiento de Valencia y su verde estampida
Al parecer, según los prolíficos delatores, un válido temor se esparce dinámicamente por los pasadizos, oficinas y elevados despachos del vapuleado Ayuntamiento de Valencia, sometido a una inédita codicia y desmedida ambición
Opinión.- El brusco efecto de Bruzco. Tan solo hace una semana cumplimos con nuestro cívico deber de plasmar en estas líneas, las variadas pesquisas, las estrictas investigaciones que decantaron con la formal actuación del
Ministerio Público y el
pronunciamiento categórico de la justicia penal que exponían y penalizaban la delictiva trama, de verdosa pigmentación, que de manera indecente, se estaba o está ejecutando en el
Instituto Municipal del Ambiente, conocido bajo las vandálicas siglas de
(I.M.A) y que se encuentra adscrito, de manera íntima, a la aviar
Alcaldía de Valencia, la novia del sol, que al parecer su vestido nupcial, en la actualidad, se exhibe en deplorable estado de deterioro ya que se encuentra manchado o veteado por inocultables y clorofílicas máculas. Igualmente en nuestra semanaria reseña relatábamos, con cierta preocupación, como un intenso temor se apoderaba de los
“intachables” responsables de cada una de las direcciones, departamentos que colman los amplios pasillos del cuestionado ayuntamiento capitalino.
Todo se ha convertido en ansiedad y desasosiego, congoja y desazón. Tal vez por esa angustiante razón les resulta imposible a los hoy señalados o futuros indiciados controlar los incesantes escalofríos o tembleques que diaria e insistentemente flagelan sus ya debilitados cuerpos. Igualmente desde el mismísimo recinto municipal nos llegan los desesperantes mensajes y repetidas llamadas por vía telefónica realizadas por numerosos funcionarios públicos con el objetivo de querer, literalmente, atenuar la pena. Nos narran, de manera detallada, el verdadero movimiento telúrico que se está produciendo
en la volátil alcaldía de la ciudad y es que estamos en la convicción de que los crímenes no se descubren por razonamientos, sino por delaciones. Y así, por la infalible delación, pudimos percatarnos de las cesantías o destituciones que se han apoderado, abruptamente, de casi la totalidad de las dependencias
del verde e increpado ayuntamiento valenciano, cuyo
tecolote titular se ufana de ostentar una
“insustituible sabiduría” y nos promete,
en una suerte de despiadada penitencia, que lo que ocurre en Valencia será “Para rato”, ante tal aseveración elevamos plegarias para que nuestra venerada Virgen del Socorro, patrona de nuestra ciudad, nos proteja y cubra con su manto sagrado. La purga burocrática habría sido practicada en diez de las más importantes direcciones del andamiaje municipal como sería los casos de
Catastro donde prescindieron de los servicios de
Williams Rodríguez y colocaron a
Daniela Trosel, de similar modo en el
Urbano Control despidieron a
Jesús Vásquez e ingresó a la clorofílica nómina
Marlin Sánchez,
quien curiosamente habría cumplido funciones directivas en la guarida de forajidos que se ha convertido el IMA. En la medular jefatura de
Servicios Públicos resultó despachado
Luis Barrios, pero con la peculiaridad que lo sustituye
María Briceño, quien según los ávidos delatores, guardan vínculos de parentesco. En la sensible y delicada área de seguridad que se tutela a través de
Iampoval fue relevado de sus elevadas funciones
Francisco Quiñonez para colocar a
Delfín Reverol. El caso de
Taquilla, del cual hicimos precisa referencia en nuestra anterior entrega, fue destituida
Aida Gutiérrez y no se ha elegido su necesario reemplazo, dejando expuesta esta apetitosa y lucrativa dirección. En el altruista Instituto del adulto y adulta mayor y personas con discapacidad fue separada
Cinthya Herman para colocar a
María Rodríguez. En el escenario del
Encargado de Electrificación adquiere signos de ineludible suspicacia ya que fue relevado
Franklin Jiménez, que por desconocida razón lo mencionan como un dilecto pupilo de un personaje que es conocido bajo el pseudónimo del “Silbón” y se procedió a la juramentación de
Rubén Izaguirre, traído desde el más alto despacho de la alcaldía. En la preponderante
Dirección de Hacienda no hubo tiempo para tomar alguna improvisada medida, ya que Emilia Hernández presentó, la semana pasada, su irrevocable renuncia y sin previa notificación huyó raudamente de la edificación municipal. Ante el inexplicable abandono fue nombrado
Alejandro Medina. En el
Instituto Municipal del Ambiente bajo las facinerosas siglas de
(I.M.A), ya habíamos hecho alusión de que se había perfeccionado la perversa continuidad administrativa a través de la sustitución del ungido y predilecto prófugo,
Santiago Bruzco por Gilberto Ceballos, el mismo
“servidor público” que fuese ahuyentado de las administraciones de las
gobernaciones de Carabobo y Aragua por estar imbuido en todo un madejo de desviaciones, excesos e irregularidades de igual magnitud a las que se practican deliberadamente en el escondrijo del
IMA y que provocarán
el ejemplar pronunciamiento por parte del Tribunal de Primera Instancia en Función de Control No. 1 de la Jurisdicción Penal del Estado Carabobo donde se privó de libertad a varios miembros del Cártel Verde por la comisión de 7 delitos, entre los cuales destacan Malversación Agravada, Legitimación de Capitales y Asociación para Delinquir. Al parecer, según los prolíficos delatores, un válido temor se esparce dinámicamente por los pasadizos, oficinas y elevados despachos del vapuleado ayuntamiento de
Valencia, sometido a una inédita codicia y desmedida ambición. Mientras tanto se escucha, con su respectivo eco, en los amplios espacios de la alcaldía, el desgarrador alarido que advierte
¡Corre, Lechuza, Corre!
Las inminentes actuaciones. La justicia continúa con su indetenible paso y es que no se puede ceder espacio a una impunidad que se presenta, de manera insolente, para comprometer el legado y paso revolucionario, es la misma que surge como inaceptable irreverencia a lo que se está gestando en la patria. Es traición y deslealtad. Por ello es que la semana próxima presentaremos todo la estructura delictiva que dirigía, sin reserva, el caco de “Bruzco, el Brusco” desde el antro criminal del IMA, los desproporcionados pagos, las desvergonzadas transferencias a varias empresas y personas plenamente identificadas. Igualmente expondremos a varios funcionarios que se han prestado para el vulgar timo. Por ello tenemos presente que de cualquier engordado porcino o bien alimentado cerdo, siempre se podrá extraer generosos perniles, que corren con la mala suerte de extraviarse por la ambición de aquel que siempre “Silva” y que involucra a su familiar entorno en su descarado silbido. Así mismo como el ambiguo administrador conocido como “JC” o “El Jimeno” con su singular tongoneo y es la nefasta figura detrás del ultraje promovido que colma las oscuras alforjas de innumerables fajos de billetes de extranjeras divisas y que son manejadas de manera impúdica. Es nuestra impostergable obligación el ejercicio de exponerlos. Y esa es la verdad.
@CESARBURGUERA