Julie de Romero: La dimensión del servicio
Muchos creen que servicio es igual a servilismo, esclavitud, humillación, debilidad, pero Jesús enseña que el servicio es el camino a la grandeza, parafraseando las palabras de Jesús: “Quien sirve será grande, estará arriba, será primero, y guiará a mucho
Opinión.- Una frase muy celebre de nuestro Señor Jesucristo dice “Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. En esta cita Jesús les entregaba a los discípulos un secreto ponderoso para conquistar el éxito llamado “el servicio”.
Muchos creen que servicio es igual a servilismo, esclavitud, humillación, debilidad, pero Jesús enseña que el servicio es el camino a la grandeza, parafraseando las palabras de Jesús: “Quien sirve será grande, estará arriba, será primero, y guiará a muchos con su ejemplo”.
Para servir con grandeza debes hacerte 2 preguntas ¿Qué es lo que hago y para quién lo hago? Hoy día la gente sirve con desgano, descuidadamente, lo hacen por una paga, por esta causa desarrollan un profundo resentimiento y dolor, porque no han enfocado correctamente su servicio.
La clave es entender que el servicio te acelera, te lleva a los primeros lugares y que siempre lo debes hacer por algo más grande que el simple dinero. Como lo más grande es Dios, la Biblia dice: hagan todo como para Dios. Sirve con excelencia, que un día el Dios que ve tu servicio excelente, te honrará y dimensionará.
La dimensión del servicio, según Brian Tracy, se fundamenta en 4 principios. Primero: Serás valorado por tu grado de especialización. Cuando te especializas en algo vas a tener ganancias superiores a los que se conforman con lo regular. Especialízate en aquello en que eres bueno, Jesús se especializó en la enseñanza y resaltó sobre los demás, decían de él, “enseña como quien tiene autoridad no como los escribas”. No te conformes con ser del montón, especialízate y resalta por tu singularidad.
Segundo: Serás valorado por tu grado de perfección. ¿Qué tan prolijo eres en lo que haces? ¿Te gusta entregar cosas a medio terminar? Si tu servicio es deficiente, le faltan detalles, hay descuido, a mal terminar, te van a comprar o te van a oír una vez, pero nunca más volverán a tu negocio. Perfecciónese en lo que eres bueno, supérate a ti mismo y busca ser el mejor. La excelencia es un camino de perfeccionamiento, donde no te conformas con resultados estándares, sino que lo revisas, corriges y perfeccionas una y otra vez.
Tercero: Serás valorado por tu grado de singularidad y creatividad. Así que deja de compararte, de copiar a otros, encuentra tu esencia, tu don único diferenciador que te da un valor singular. ¿Qué tan creativo eres en lo que haces? Hay muchos que son simples copias baratas, huye de ser una más, sé tu mismo, porque no hay otro tú, y cuando tratas de ser otro entonces dejas de ser tú, y si alguien mejora lo que tú hiciste es porque perdiste la creatividad e innovación.
Cuarto: Serás valorado por tu grado de utilidad. ¿Qué tan útil es lo que haces para beneficio de los demás y para la comunidad? ¿Lo que ofreces inspira, da conocimiento, trae esperanza, brindas productos sanos y buenos para la gente, o solamente quieres hacer dinero? Si tu grado de utilidad es alto, la gente va a pagar bien por tu servicio y dejarás un beneficio agregado porque lo que ofreces es realmente útil, de provecho y valioso. No ofrezcas un servicio que no sea necesario o conveniente solo por ganar dinero, la gente lo sabrá y desconfiarán de tus ofertas y sugerencias. La gente termina descubriendo a quienes realmente se interesan en ellos.
En cuanto al servicio, debes cambiar tu manera de pensar y cambiará tu manera de servir. Un cambio de enfoque acerca de ti mismo, de lo que haces, como lo haces y para quien lo haces. Cuando Jesucristo lavó los pies de los discípulos terminó con esta célebre frase: “Ejemplo les he dado para que como yo les he hecho, vosotros también lo hagáis. Si ustedes saben estas cosas serán felices si las hacen”. Servir no te hace perder posición, ni poder ni autoridad. Se sirve en amor, en confianza, transparencia, no en opresión, ni en tiranía. El servicio es un poder que puede transformar vidas, personas, comunidades y un país. ¡¡¡El que sirve, sirve!!!
Ap. Julie de Romero.
Apóstol de la Federación C.C.N en Valencia.
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Julie de Romero