David Bittan Obadía: La estafa de las líneas aéreas
Líos, reclamos y el sufrimiento es lo que se aprecia en el momento cuando la gente se entera que su ticket no tiene derecho a equipaje
Opinión.- Tuve la necesidad de transitar por varios aeropuertos recientemente. Como suelo llegar con tiempo, me detengo a mirar lo que pasa a mi alrededor, sobre todo en el momento del chequeo en los mostradores en los “counters”.
Líos, reclamos y el sufrimiento es lo que se aprecia en el momento cuando la gente se entera que su ticket no tiene derecho a equipaje, esto es realmente vergonzoso e indignante. Qué triste ver a tanta gente teniendo que desempacar maletas en pleno aeropuerto porque no tienen cómo cubrir el pago del equipaje.
Hace unos años comenzó el boom de las líneas aéreas de low-cost, esas que dejan a los pasajeros en tierra a su antojo, las que cobran absolutamente por todo: equipaje, comidas y bebidas, derecho a utilizar el entretenimiento, intentaron inclusive penalizar el exceso de peso corporal, pronto cobrarán por usar el aseo.
Estas líneas aéreas ahorran en costes aproximadamente un 30 % en comparación a las líneas tradicionales, por utilizar aeropuertos de menor afluencia, tener mayor densidad de asientos por avión, mayor utilización de las aeronaves, horarios menos atractivos, por contar con un solo modelo de aviones, por ventas directas, etc. Además tienen mucha facilidad para enganchar a la gente con ofertas engañosas. Parte de este modelo está siendo copiado silenciosamente por las grandes líneas.
La no presencia física como empresas constituidas en ciertos países donde operan, complica más las acciones legales de los usuarios y los pone en indefensión.
Los boletos aéreos en general han subido en el tiempo indiscriminadamente y no puede achacarse esto a las nóminas, a la inflación ni al precio del combustible, por que cada vez hay más ganancias acumuladas en la cuenta de resultados de las líneas aéreas.
Ni hablar del precio de los pasajes para llegar a Estados Unidos desde alguno de nuestros países, es un auténtico abuso, el costo es superior al de viajar a destinos cuya distancia es tres diez veces más lejos.
Los precios de una ruta varían drásticamente según la temporada o del bendito algoritmo; a esto mi profesor de derecho penal lo catalogaba como “hurto con habilidad”, para los mortales no es más que una vulgar estafa bajo la ley.
Los funcionarios de las aerolíneas han convertido en una especie de “Gestapo”, gozan de autoridad porque cualquier palabra subida de tono “pone en riesgo la seguridad aérea”, con ese cuento todos viajamos asustados, tenemos permanentemente derecho a guardar silencio.
Ojalá que en algún momento se acabe este abuso y que alguien se apiade, porque esto genera cada vez más indignados, los políticos usan la causa para sumar votos, pero al final como ya se sabe se convierten en cómplices del negocio.
Dónde están los “ombudsman”, y los protectores de los consumidores, ¿quién se está beneficiando de tanto negocio? Al que le entre el traje que se lo ponga. “Neno, esta columna non é sobre ti, viva a nosa terra” .
davidbittanobadia@gmail.com
Twitter: @davidbittano
David Bittan Obadía
