Opinión.- Este país no debe seguir polarizado. Ya no hay cabida para el rencor, el odio, el resentimiento, y la perenne lucha por el poder en sí mismo. La confrontación durante estos 25 años no ayudado a resolver nuestros principales problemas como país.

Muchos ejemplos de personas que sufrieron producto de la represión y el odio, y sin embargo entendieron que la violencia no era el camino para resolver los problemas sociales y económicos. Un ejemplo de ello (el cual debería ser copiado por los venezolanos) es la vida de Nelson Mandela, quien fue Premio Nobel de la Paz. Símbolo mundial de lucha por la libertad y la justicia; recordado no solo por su papel en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, sino también por su profundo compromiso con la paz y la reconciliación. Y eso necesitamos urgentemente en este país.

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Mandela después de su liberación en 1990, abogó por la reconciliación en lugar de la venganza. En lugar de buscar represalias contra los opresores, quienes lo humillaron en sus años de cautiverio, promovió un enfoque de paz y diálogo. Esto fue fundamental para evitar una guerra civil en un país marcado por divisiones raciales profundas. Y el nuestro esta marcado por la extrema polarización.

Él tuvo una visión de unidad y armonía para su país. Comprendía la importancia de ello para sacar a Sudáfrica del atraso y la pobreza.

Su enfoque estuvo basado en el diálogo y la colaboración, la idea del perdón como herramienta para sanar las heridas que habia dejado el pasado.

Su legado debe inspirarnos a luchar por la justicia social y los Derechos Humanos, pero sobre todo por la paz y la reconciliación. La paz es un camino que se construye día a día mediante el respeto mutuo, la empatía y el compromiso hacia una sociedad más equitativa. La "paz" no se decreta, se construye con el esfuerzo personal y colectivo de todos.

La figura de Nelson Mandela sigue siendo un faro de esperanza en tiempos de conflicto, recordándonos que todos tenemos el poder de contribuir a un mundo pacífico. Su vida es un testimonio del impacto que una persona puede tener en la búsqueda de la paz global.

Cuántos Mandela necesitamos los venezolanos, para salir de este tormento de la confrontación permanente y estéril. Basta ya de etiquetas y descalificativos, todos tenemos algo bueno que aportar para una verdadera paz y sosiego. Solo así podremos salir adelante. Necesitamos líderes comprometidos con la justicia y los derechos civiles. No más odio, ni confrontación. Podremos superar la división y el conflicto solo a través del dialogo y la compresión mutua.

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