Opinión
Teódulo López Meléndez: La inconclusión de un destino
Veamos el ángulo de la explicación. La tecnología nos ha alterado. Estamos articulados, ya somos híbridos con constantes presencias poshumanas, con modificación sustancial de los flujos de sentido
30 de enero de 2025
Opinión.- El mundo que asoma no puede ser enfrentado con simplismos y menos con paradigmas anticuados, aunque exista Trump. Si algo comienza y avanza, lo que sabemos de él es necesariamente incompleto y toda respuesta, por ende, es inacabada. Todo proceso implica por definición movimiento permanente. La noción de exactitud no existe.

Estamos en un mundo de incertidumbre y la única manera de abordarlo es desde las probabilidades y esta conclusión no excluye a lo que en el pasado fueron llamadas ciencias exactas, porque las ciencias en cuanto modo de conocer han sido superadas por lo que ha sido llamado un nuevo paradigma epistémico.

Veamos el ángulo de la explicación. La tecnología nos ha alterado. Estamos articulados, ya somos híbridos con constantes presencias poshumanas, con modificación sustancial de los flujos de sentido. La tecnología nos ha sembrado en la ausencia. En las redes sociales percibimos el vacío de las subjetividades o una multiplicidad de subjetividades extrañas. No se puede escribir de la misma manera. El inexistente futuro –recurramos a una tautología– no existe, dado que parecemos en un eterno presente.

En otras palabras, el discurso convencional cae, entre otras razones, porque parece difícil discernir un sentido en estos momentos de interregno en la organización humana. La tecnología ha alterado las formas identitarias, en un presente que tiende a hacerse perpetuo, uno representado por la ausencia.
La forma de mirar las relaciones entre el hombre y la realidad es lo que nos debe conducir hacia una revalorización de lo humano por sobre una razón mecanizada. Son tales los procesos y subprocesos en lo social, en lo político y en el conocimiento que podrían ser definidos como metaprocesos o metafenómenos a enfrentar con una visión de pensamiento complejo y con transdisciplinariedad.

Como nunca vivimos en el simulacro, de lo que quizás sea definible como una ilusión de lo humano. Es esta la era y sobre ella debe escribirse, también porque desconocemos el destino, uno de inconclusión.

El mundo que asoma no puede ser enfrentado con simplismos y menos con paradigmas anticuados. Si algo comienza y avanza lo que sabemos de él es necesariamente incompleto y toda respuesta, por ende, es inacabada. Todo proceso implica por definición movimiento permanente. Estamos en la incertidumbre y la única manera de abordar es desde las probabilidades.

En Venezuela la precariedad de la mirada se ve venir en To vote or not to vote, por la permanente premisa de aferrarse al pasado incorporado a un eterno presente.

@tlopezmelendez
Teódulo López Meléndez
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Teódulo López Meléndez