Opinión
Cesar Burguera: Rectificación, perdón y futuro
Destino y futuro
28 de junio de 2022
Opinión.- Rectificación, perdón y futuro:

La necesaria retractación. Hay actitudes que se convierten en una verdadera conquista que consolida la efectiva presencia de las instituciones democráticas y que cumplen con la impostergable reivindicación de ese espíritu de diálogo en el forjamiento de un nuevo país. Una de estas declaraciones de ética enmienda lo constituyó la retractación pública de Marino Alvarado, coordinador de la ONG Provea y el padre jesuita Alfredo Infante, representante del Centro Gumilla, quienes habían realizado improvisados señalamientos en contra del gobernador Rafael Lacava y la supuesta violación de básicos derechos humanos en el territorio carabobeño. Lacava, con su incesante vocación de convocar el reencuentro, de fomentar el sincero debate llegaba a manifestar “Yo saludo que el padre Alfredo Infante y Marino Alvarado se hayan retractado de estas acusaciones falsas, injuriosas, que buscaban desfigurar la imagen del cuerpo de policía de Carabobo, que en la actualidad se presenta como la mejor policía del país y donde a través de un enorme esfuerzo de recuperación, se han realizado dinámicas alianzas con insustituibles sectores académicos como lo representa nuestra centenaria UC, que se ha convertido en sólida herramienta en la recta y óptima formación de todos nuestros funcionarios policiales”, un reflexivo mandatario regional nuevamente hacía énfasis de su inalterable actitud por encontrar esos puntos de encuentro y coincidencia que reclama nuestra nación y proclamaba “Desde Carabobo permanente hemos mostrado, desde que asumimos su conducción, una cara de inclusión y diálogo para que retumbe y se replique en todo el país, un rostro que busca incansablemente el reencuentro de los venezolanos, porque esa ha sido la imprescindible filosofía que nos ha trasmitido nuestro jefe político, nuestro presidente Nicolás Maduro”. Nuevamente se producía la espontánea simbiosis entre los compañeros de lucha, los hermanos de vida, los mismos que se han convertido en predicadores y apóstoles de la esperanza. En Nicolás Maduro y Rafael Lacava se puede avizorar el claro destino de esta nueva patria.



Las aguardadas aclaratorias. En su pública retractación sobre las acusaciones realizadas en contra del gobernador Rafael Lacava, se presentaban Marino Alvarado y el padre jesuita Alfredo Infante y significaban con firmeza que "En el caso del ciudadano gobernador Lacava aclaramos que no poseemos, ni hemos poseído en ningún momento indicios, elementos o fundamentos para vincular a su persona con presuntas ejecuciones extrajudiciales. No pretendimos en el pasado, ni pretendemos en el presente relacionarle con hechos de esta naturaleza pues para hacerlo tendría que existir indicios sobre la persona del gobernador de Carabobo que, en lo que a nosotros concierne, no tenemos conocimiento que existan". Ante tal aclaratoria surgía la figura conciliadora de Rafael Lacava para manifestar “Saludamos que se haya producido esa declaración, porque es muy importante haber corregido lo que dijeron inicialmente” y para dejar constancia de haber zanjado y superado el provocado episodio, Lacava puntualizaba “Aceptada la retractación”. El gobernador de Carabobo ratificaba que en este venerado territorio nunca se llegará a tolerar acciones que se ubiquen fuera de la norma y realizadas por parte de funcionarios policiales. Y es que en este Nuevo Carabobo no hay espacio para excesos u arbitrariedades y Rafael Lacava es la blindada garantía de que no se permitirán ninguna conducta que atente contra los más elementales derechos humanos del ciudadano, del común, pero igualmente nunca abandonará la entrañable condición de ser el principal custodio y defensor de todos aquellos funcionarios policiales que diariamente salen a la calle para resguardar a los habitantes de Carabobo y que se exhiben como los principales responsables de haberle devuelto la paz y la tranquilidad a millones de habitantes, son los que salen decididamente a combatir la delincuencia, son los que han asumido la compleja responsabilidad de haber sistemáticamente desmantelado peligrosas bandas organizadas que se habían convertido en un verdadero azote para nuestro pueblo. En esa medular función, nuestro cuerpo policial ha contando con el decidido apoyo y soporte de una moderna gestión de gobierno, quienes les han asegurado la dotación, pericia y tecnología para que en connivencia con un protagónico poder comunal tener los consistentes instrumentos para acometer la rutinaria y ardua labor de preservar la seguridad en Carabobo.



Destino y futuro. Vuelve Rafael Lacava con su inalterable prédica “La cara que aquí le estamos poniendo a país, es la cara de la conciliación, de la concertación, es la cara de un país que está renaciendo de sus cenizas, producto de unas sanciones criminales y una polarización política a los extremos que generaron un drama para todos los venezolanos, es ineludible que este país dirija su mirada hacia adelante, hacia ese porvenir que nos espera, este es un país donde tenemos que caber todos, donde la tolerancia, la sindéresis y un encendido amor por la patria deben estar siempre por encima de todo” . De allí la importancia de esta retractación, recurrir al débil alegato de la descalificación y descrédito es prestar un flaco servicio a los intereses supremos de la patria. Tenemos por delante la labor de dignificar y adecentar la política, porque aquí no se trata de sentimientos personales o subalternos, sino el irrenunciable respeto por las instituciones y a aquellos, que por inequívoco mandato popular, les corresponde ejercer su representación. El vil ataque no es dirigido contra cualquier individualidad, sino que es lanzado, con irresponsabilidad, contra todo un colectivo. “Me siento reivindicado porque triunfó la justicia y la verdad. yo aquí no estoy para estériles revanchas, aspiro fervorosamente que la política se humanice y que se respete esta nueva forma de gestión a la cual nunca renunciaremos” para finalizar señalando “En el caso de Provea y del Centro Gumilla hubo una retractación que dice mucho del planteamiento como organizaciones no gubernamentales, asumieron con entereza que cometieron un error y lo corrigieron retractándose, mi cordial saludo a estas dos organizaciones, las puertas de este histórico estado siempre estarán abiertas para trabajar en beneficio de los carabobeños y todos los venezolanos, acogemos la disposición de Marino Alvarado y nuestro sacerdote Alfredo Infante por trabajar en iniciativas conjuntas en el desarrollo de temas vinculados con los derechos humanos, los cuales se materializan diariamente en Carabobo. Esa disposición tenemos que entenderla como válida corrección del error que cometieron, vengan a ayudarnos, este Carabobo que nunca se rinde los espera para transitar juntos el fascinante sendero de la confección de la nueva y añorada patria, Que viva por siempre Carabobo”. Y esa es la verdad.



Por Cesár Burguera
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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde