Cita con la historia: Febrero de 1820; La conspiración contra Morillo
Pero, secretamente, en las afueras de Valencia, en la vía hacia Tocuyito, en un sector llamado Mucuraparo, se estaban concentrando un grupo de aguerridos independentistas que alcanzaban a ser unos doscientos
Opinión.- En días como estos, de febrero, pero hace 205 años, se descubrió en Valencia una de las conspiraciones más importantes que se hayan fraguado en toda nuestra historia: el plan para matar al capitán general de Venezuela y comandante de todas las tropas realistas, el general Pablo Morillo.
En aquellos tiempos las tropas del rey dominaban toda la región central de Venezuela, que había sido “pacificada” primero por las tropas de Boves, acción que luego fue rematada por la llegada de la expedición pacificadora de Pablo Morillo. Desde hacía varios años no había mayor actividad bélica en toda la región central de Venezuela y las fuerzas de Bolívar y Páez actuaban lejos, muy alejadas del centro.
Pero, secretamente, en las afueras de Valencia, en la vía hacia Tocuyito, en un sector llamado Mucuraparo, se estaban concentrando un grupo de aguerridos independentistas que alcanzaban a ser unos doscientos.
Se encontraban comandados por un personaje Rosales, de Tinaco, del cual no se ha logrado mayor información pero que, según el propio Morillo, tenía conexión con las tropas de Bolívar en Apure. Y el plan de los insurgentes era tomar Valencia por asalto cuando las tropas estuvieran fuera de la ciudad.
Una vez en Valencia se procedería a eliminar a Morillo y a todo su estado mayor. Pero un esclavo que llevaba una correspondencia entre Valencia y Mucuraparo fue detenido en una alcabala. El hombre interrogado habló y el plan comenzó a desbaratarse. El esclavo implica a sus dueños y estos a otros y así sucesivamente. Se montan vigilancias para capturar a los que van al encuentro de los insurgentes y caen varios. Entre la red de conspiradores aparecen nada menos que el alcalde de la ciudad, Vicente Guevara, la señora Sandoval, de lo principal de la ciudad, y la gran financista es Josefa Zavaleta, la gran heroína olvidada de Valencia, de extraordinaria participación en la lucha de la independencia.
Morillo, que era un estricto militar muy apegado a las leyes, ordena la investigación correspondiente y la apertura de un Consejo de Guerra para castigar a los implicados. Ante las abrumadoras pruebas, el Consejo de Guerra dicta sentencia condenatoria en contra de gran cantidad de valencianos.
El alcalde Guevara y una docena de vecinos son condenados a muerte. Morillo cuenta que se le ofreció el perdón si delataba a sus otros cómplices y el hombre se negó. Las mujeres, entre ellas Josefa y Francisca Sandoval, se las condena a la expatriación a Jamaica, pero, según cuenta el propio Morillo, sólo llegó hasta Curazao.
En el “Correo Del Orinoco” de fecha 1 de julio de 1820 se dan varias versiones recibidas de los sucesos de Valencia: “Se ha descubierto una conspiración en Valencia que tenía sus ramificaciones en Caracas, la Goaira y demás puntos oprimidos, el antropófago de Morillo ha empezado de nuevo a sacrificar patriotas desde la ciudad de Valencia que era el punto céntrico donde debía empezar la reaccion.”
En otro pasaje del mismo “Correo del Orinoco”:
“Fueron nueve los ejecutados, aunque de gente visible sólo Vicente Guevara, que subió al patíbulo con la gloria de no haber comprometido a ninguno. La Chepita Zavaleta ya está en Curazao y lo mismo Mesa con su mujer Concha Landaeta…”
Esta conspiración que se fraguó en Valencia y por lo mejor de los valencianos, pudo haberle dado un vuelco total a la guerra de independencia. Nuestro alcalde don Vicente Guevara fue fusilado en la Plaza Mayor, frente a la catedral. Hoy en día nadie recuerda a este insigne patriota, el gran mártir civil de la independencia en nuestra ciudad. Sirvan estas líneas cerca del aniversario de su holocausto para rendirle justo homenaje y pedirle a todos que su memoria no quede en el olvido.
Luis Heraclio Medina Canelón
@luishmedinac