Luis Heraclio Medina Canelón: Heroínas, abogados y mucuchíes de fantasía
"Este año hemos tenido una lamentable profusión de falsos históricos que rayan en la categoría de los disparates"
Opinión.- Este año hemos tenido una lamentable profusión de falsos históricos que rayan en la categoría de los disparates. Una cosa son los errores que pueden surgir de una falta de fuentes fidedignas, también hay las licencias literarias, pero cuando encontramos pasajes o personajes totalmente inventados que se quieren hacer ver como reales estamos ante un acto totalmente deshonesto.
El primero es el de la falsa “coronela mártir de Carabobo” Dolores Dionisia Santos Moreno, sobre quien se editó un folleto por la Imprenta Oficial de Trujillo. Los fabuladores la hacen aparecer en la historia a sus 13 años en 1813, cuando la niña montañesa dicta discurso de orden ante Girardot en Trujillo. A la niña sus inventores la ponen a combatir en muchas batallas, pero resulta que, según un documentado análisis realizado por varios estudiosos del mismo estado Trujillo, no hay registros históricos de algunos de esos combates y de los que sí se dieron resulta que fueron protagonizados por distintas unidades en tiempos diversos y en lugares separados por cientos de kilómetros. La adolescente guerrera pareciera tener el don de la ubicuidad.
Luego escriben el disparate mayor: que Dolores Dionisia vino con otras seis chicas entre las tropas de Cruz Carrillo y combatieron en Carabobo muriendo todas heroicamente y en el propio campo Bolívar le impuso post mortem la Orden de los Libertadores. Pero resulta que Cruz y su tropa no estuvieron en Carabobo.
Existen abundantes registros históricos, partes de guerra, oficios, autobiografías, etc., donde se señalan las tropas intervinientes y se nombran a los caídos en combate y EN NINGUNO se menciona a la fulana Dionisia. En el Archivo General de la Nación está el “Archivo de Próceres Ilustres de la Independencia” donde constan las hojas de servicio de todos los militares de la guerra, y Dionisia no figura para nada. Ni en el Archivo del Libertador, donde están miles de cartas y oficios de Bolívar en los que nombra a todo aquel que tenía que ver con la guerra, ni en los papeles realistas. NO APARECE EN NINGÚN DOCUMENTO. En definitiva, es un invento, sin pizca de sustento histórico.
Otro cuento de fantasía que hemos visto en estos días es un supuesto examen de Bolívar ante las autoridades de la Universidad de San Marcos en Lima, para aceptar un título de abogado que le ofrecían en 1826. Cuenta el embuste que luego de suficientemente examinado en materias jurídicas peruanas, el Libertador se habría graduado de abogado. Esto viene de una “cadena” anónima, disfrazada de divulgación, que estuvo circulando hace meses. Por supuesto sin citar alguna fuente. Pero sucede que en los archivos de la universidad no existe ningún documento que evidencie tales exámenes, lo que sí hay es registros de un reconocimiento que se hizo a Bolívar como se estila hacer en las universidades que confieren los títulos honoríficos donde Bolívar improvisó unas palabras. Éstas se pueden ver en sus “Obras completas”. Eso es todo lo que consta en fuentes históricas. Lo demás es un invento.
También hemos visto con preocupación que al bonito cuento de fantasía de Tulio Febres Cordero “Nevado” se le esté dando carácter de verdad histórica. En las nuevas obras recientemente construidas en Campo de Carabobo encontramos al personaje del cuento en una de las esculturas metálicas a la entrada y en el museo infantil. También en las redes sociales algunos funcionarios de alto rango han hablado del mucuchíes del cuento como si fuera un “personaje perruno” histórico. Vale aquí lo mismo que dijimos arriba de la falsa coronela Dionisia: NO HAY ABSOLUTAMENTE NINGÚN REGISTRO HISTÓRICO de que Bolívar hubiera tenido un perro de esas características y en esos tiempos. Resulta inverosímil que un enorme y peludo perro de los páramos hubiera acompañado a Bolívar por ocho años de guerra, desde 1813 hasta 1821. Indudablemente es un muy bonito cuento, pero es sólo eso, un cuento de fantasía sin sustento histórico.
(*) M.C. de la Academia de Historia
del Estado Carabobo.
@luishmedinac
Por Luis Heraclio Medina Canelón