Cita con la historia: La no fundación de la ciudad
En cuanto a Valencia, tradicionalmente y por muchos años, se dijo que la ciudad fue fundada en 1555, el 25 de marzo por Alonso Díaz Moreno, pero hoy la mayoría de los historiadores duda de eso
Opinión.- Jesús de Nazareth no nació un 24 de diciembre del año 1. Valencia tampoco fue fundada por Alonso Díaz Moreno el 25 de marzo de 1555. La humanidad, que necesita darle fecha a sus días memorables, cuando no tiene precisión del momento exacto en que ocurrió el hecho, le inventa una data.
En cuanto a Valencia, tradicionalmente y por muchos años, se dijo que la ciudad fue fundada en 1555, el 25 de marzo por Alonso Díaz Moreno, pero hoy la mayoría de los historiadores duda de eso.
Es bueno aclarar con cuales datos fidedignos se cuenta: No se ha encontrado el acta fundacional de la ciudad. Lo que sí se tiene es que la primera población fundada formalmente en estas regiones lo fue Borburata: el 24 de febrero de 1548 Juan de Villegas hizo una “formalidad” de fundación, que se vino a perfeccionar dos años más tarde, el 10 de abril de 1551, cuando queda nombrado su alcalde y constituido su cabildo. De todo eso hay documentos de esos tiempos en el Archivo de Indias, en Sevilla. Nadie lo discute.
También hay, o había en nuestra Catedral, abundantes documentos del siglo XVI que fueron “descubiertos” en 1937 por el padre Pablo Farret Raventós, de la parroquia de San Blas, publicados en “El Carabobeño” y luego analizados y copiados por el Hermano Nectario María, donde se evidencia que el primer conquistador en poblar la región que hoy llamamos Valencia fue Don Vicente Díaz, quien se vino desde la inhóspita e insegura Borburata hasta estos valles con su mujer, quince hijos, nueras y yernos y aquí estableció su hato ganadero. No se habla en esos documentos de una fundación formal.
Vicente Díaz, junto a su esposa María de las Nieves Quiñones y sus descendientes, sería de los primeros pobladores de Valencia. Son los tatarabuelos de la ciudad, una ciudad que los tiene olvidados. Cien años después de aquellos hechos, Valencia es asaltada y arrasada por los piratas franceses, quienes queman la Casa Municipal con todos los archivos y documentos que allí había. Esa sería la razón de no tener en Valencia un documento fundacional.
¿Y por qué se habla de una fundación en 1555?
Ciento setenta años después de la llegada de Vicente Díaz, en 1723, un neogranadino establecido en Caracas, José Oviedo y Baños, escribe lo que se considera es la primera historia de Venezuela. Oviedo, sin aclarar de dónde saca la información, señala que Valencia fue fundada en 1555 por el conquistador Alonso Díaz Moreno, quien para entonces era vecino de Borburata. Esa es la versión que se manejó por más de doscientos años sin mayores protestas, aunque no tenía una fuente sólida. Oviedo no dice la fecha. Solo menciona el año. Pero en el siglo XX el Hermano Nectario María, quien se mantuvo dedicado profundamente a la historia venezolana y estuvo metido literalmente “de patas y cabeza” en los archivos venezolanos y europeos, encontró datos que destruyen la versión de que Valencia fuera fundada por Díaz Moreno en 1555. Primero que todo, María encontró las listas de vecinos de Borburata y allí no aparece Díaz Moreno como de los fundadores de esa población.
Encontró Nectario un antiguo inventario de 1608 donde se dice que en el Archivo de Indias existía un documento que dice que en el año 1553 Alonso Arias de Villasinda “pobló” Valencia. Igualmente, dos cronistas oficiales españoles que trabajaron menos de cien años después de la fundación de Valencia (en 1569 y 1597, respectivamente) y que consultaron los documentos del Archivo de Indias en Sevilla, dejaron constancia de que la Nueva Valencia la fundó Alonso Arias de Villasinda en 1553, luego de abandonar Borburata.
Todos estos argumentos tienen basamento documental que no ha sido desvirtuado con alguna prueba. No es sencillo ir contra una versión que, aunque está errada, tiene más de dos siglos repitiéndose reiteradamente. Pero así es la historia, que se trata de una ciencia que se tiene que basar en fuentes fidedignas y no en la costumbre o en los sentimientos.
Por: Luis Heraclio Medina Canelón