Julie de Romero: ¿Vidas líquidas o sólidas?
Según Bauman, el mundo actual se caracteriza por su estado fluido y volátil
Opinión.- El término de “Vidas Líquidas” fue desarrollado por el sociólogo Zygmunt Bauman (1925-2017) quien fue un sociólogo, filósofo y ensayista polaco-británico de origen judío. Su obra comenzó en la década de 1950, se ocupó, de asuntos como las clases sociales, el socialismo, el holocausto, la hermenéutica, la modernidad, la posmodernidad, el consumismo, la globalización y la nueva pobreza. Desarrolló el concepto de la «modernidad líquida» y acuñó el término correspondiente.
Según Bauman, el mundo actual se caracteriza por su estado fluido y volátil. Es lo que denomina sociedad líquida. Ésta es una sociedad en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos. La vida líquida se ha constituido en la manera habitual de vivir en nuestras sociedades modernas contemporáneas. Se caracteriza por no mantener ningún rumbo determinado ni mantiene por mucho tiempo una misma forma.
¿Cómo afecta nuestras vidas y pensamientos la sociedad líquida? Es común la incertidumbre, la insatisfacción, no se edifica nada sólido, la vida se vuelve frágil, familias frágiles, relaciones frágiles, se cambia, pero sin objetivos claros solo porque otros lo hacen, por las presiones externas. Ya no se piensa, se manifiesta la “bobotización” del individuo. En la modernidad líquida y vidas líquidas se establecen nuevos patrones de pensamientos y conductas, como, por ejemplo, la lealtad es cosa del pasado y el compromiso es correr riesgo, ahora prevalece el término “permanencia”, frases como, ¡permaneceré a tu lado!, ¡pero no me exijas compromiso!
En las sociedades líquidas todo vale, por lo que impera el relativismo moral y la inestabilidad en las actuaciones humanas que cambian antes de consolidarse hábitos y rutinas. Es una sociedad enfocada en el consumo y en el beneficio inmediato, que hace de las personas, los animales y la naturaleza simples objetos. Contradictoriamente se busca una falsa individualidad porque todos son asombrosamente parecidos, se ha perdido la autenticidad y la singularidad depende de la capacidad de comprar ciertos objetos, lo cual requiere dinero. Con promesa de lograr satisfacción por medio de deseos materiales llega una permanente insatisfacción. La realidad es que la no satisfacción se constituye en el motor de su economía. Una sociedad que hace que la gente camine en una vida artificial, con un desenfrenado relativismo, a ciegas y que poco tiene de humana.
Es el momento de reflexionar y analizar. Tu vida no puede ser líquida, sino sólida. Una vida sólida se edifica sobre principios, valores que son fundamentales, innegociables, que te hacen fuerte. Una vida sólida no es movida por tendencias, no se deja atrapar por un sistema que atenta contra la familia, el matrimonio y las sólidas relaciones. Tu vida no puede ser frágil, inconsistente, indeterminada, NO, debes ser una persona firme en tus principios y convicciones, no importa si otros no lo son, es lo sólido lo que permanece y soporta la prueba del tiempo.
La biblia dice que Dios te hace fuerte. Filipenses 4:13 dice “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” porque Cristo es la Roca Eterna, sobre la cual puedes edificar tu vida, tu familia, tu economía y aunque vengan tormentas lo que edificaste sobre él no será derribado.
NO te adaptes a este sistema, sé un incivilizado, no te dejes domesticar por una cultura antifamilia, antivalores, que todo lo disipa, lo hace light y relativo. Hoy más que nunca debemos ser firmes, sólidos e inamovibles para resguardar lo que tiene valor trascendente. Ya la biblia nos advertía de estos tiempos en Romanos 12:2 “Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
Un sistema envenenado no puede definir tu modelo de éxito, no puede determinar tu valor, ni qué es la familia, no puede determinar tu libertad económica, ni tu misión, tu propósito y llamado. Es tiempo de entregarle a Dios tu presente, futuro y dejar que te enseñe el camino hacia una vida sólida, fuerte y determinante. ¿Estás dispuesto a ser un rebelde incivilizado de fe?
Ap. Julie de Romero.
Apóstol de la Federación C.C.N en Valencia.
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