En pasadas entregas hacíamos referencia a la dramática y anárquica situación por la cual atraviesa la destartalada dirigencia opositora. Los contundentes resultados electorales del 21 de noviembre del pasado año los atormentan, los acecha y tan solo logran esconderse o extraviarse en interminables pugnas, en incontrolables pugilatos. Y allí, precisamente allí, vuelve a aparecer, como verdadera e ineludible penitencia, las teóricas admoniciones de San Ireneo, el mismísimo “Doctor Unitatis” en contra de los inmorales, de los “Valentinianos”, en fin contra los incurables y soberbios herejes. Y es que la semana pasada surgía el estridente reclamo de la edil Mariela Domínguez, quien con rostro enrojecido y autorizada por Henry Ramos Allup, recriminaba a los “ilustres” integrantes del “popular” G4 en la región sobre la presencia de representantes de esa coalición partidista en un elegante ágape, un suntuoso festín y una generosa comilona que fuera organizada por el ex concejal Gladys Valentiner para celebrar la designación del dirigente socialdemócrata Luis Tomás Izaguirre como secretario político y de Rafael García Marvez como vocal del Comité Ejecutivo Seccional de Acción Democrática y que rendirán diarias cuentas a Bernabé Gutiérrez y Rubén Limas como encumbrados directivos nacionales de la tolda blanca. Una incontrolable Mariela Domínguez acusaba a Gladys Valentiner, quien al parecer asume la condición de hereje “Valentiniana”, como nos advertía San Ireneo, y hasta llegaba a exhibir una reveladora gráfica donde los alegres asistentes a la engalanada recepción alzaban sus rebozadas copas en señal de amena celebración. En la foto consignada ante el G4 por la indignada edil, se podían divisar no solo a connotados miembros del sector opositor como el “Corredor Alemán” Alejandro Feo la Cruz, el “Veedor alimentario” Néstor Olleros, el carismático Manuel Barreto y el siempre “Lerdo Galeno” con su Cruz a cuestas y cómo apellido, sino que se confundían entre otras figuras que dicen llamarse opositores, pero que en el pasado reciente enfilaban en contra de Acción Democrática con todo un verdadero arsenal de improperios e insultos. “Bernabé es un alacrán, Rubén Limas es un reptil, está judicializada AD está plagada de truhanes, traidores y colaboracionistas del régimen” repetían con vehemencia todos los que hoy posan sumisamente detrás de la abogada Valentiner, que según las duras palabras de Mariela Domínguez, es la que pretende erigirse como la nueva cabecilla o “Valentiniana” de la oposición. Vuelve San Ireneo para advertir “Manténganse alerta con los mercaderes, de los herejes, cuídense de sus blasfemias o diabólicas oratorias y sobre todo de sus impúdicas conductas”. Surgía igualmente la oportuna observación, por parte de Mariela Domínguez, de que todos los convidados y comensales a la tragantona impecablemente ordenada por la “Valentina” fueron influyentes miembros del comando de campaña del vapuleado y mórbido candidato a la gobernación, Enzo Scarano.

 La fratricida pugna entre Mariela Domínguez y Gladys Valentiner se profundiza, se agrava. Surgen con rauda velocidad los más bajos instintos y uno de los últimos episodios tuvo como centro de la acalorada discusión a nuestra Virgen del Socorro, Patrona de Valencia. Y es que al parecer, según el enojado relato de la concejal Domínguez, se estaría fraguando la aviesa e inaceptable intención de que el próximo 13 de noviembre, día de conmemoración y celebración de nuestra Santa Patrona se reduzca a los cerrados espacios de un establecimiento hotelero propiedad de un mesonero devenido súbitamente en acaudalado empresario por inconfesables negocios y que contaría, para tan sacrílega acción, con la asesoría de Gladys Valentiner, nuevamente en su rol de descubierta y confesa “Valentiniana”. “Lo realmente grave de esta impía intención es que busca alejar al devoto pueblo, que no podrá ejercer el esperado ejercicio de veneración y adoración a la Virgen del Socorro y solo podrán tener acceso al lujoso hotel aquellos favorecidos y afortunados que sean designados por el cuestionado empresario y su “directora de cultura”, Gladys Valentiner. Aquí ni siquiera se ha tomado en cuenta la institucional presencia de la Alcaldía de Valencia, de sus autoridades, se ha ignorado, de manera insolente, la opinión de los honorables miembros e integrantes de la Cofradía del Espíritu Santo y Nuestra Señora del Socorro” protestaba airadamente Mariela Domínguez, quien llegaba a anunciar que se producirá una formal reunión donde acudirán los altos representantes del clero, además de la Alcaldía de Valencia y la Cámara Municipal y los ilustres miembros de la Cofradía para organizar conjuntamente la celebración del día de nuestra Virgen del Socorro, garantizando la plena comunión de todo un fervoroso pueblo con su reverenciada patrona. Igualmente se creará la “Orden Nuestra Señora del Socorro” en su única clase para ser conferida a aquellos que han profesado una inalterable vocación de unir a toda la ciudad en torno a esta advocación mariana de la iglesia católica. Ha sido vencida la sacrílega intención de los herejes, de los mercaderes, de los “Valentinianos”. Y esa es la verdad.