Ahí el Ágora: Ganamos, Sea Él glorificado
Sin orgullo, sin vanagloria. Esto significa que la excelencia viene de Dios y Él te permite disfrutarla y ponerla en práctica
Opinión.- El Apóstol Pablo bien entrenado estaba para confrontar todas las batallas y desconocimiento durante su llamado a atender a los gentiles. Un hombre que no vaciló en reconocer y actuar como el Señor se lo encomendó. A los Filipenses les hacía entender y ver que cuando se tiene al Maestro como el guía, todo se puede. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” 4:13, ‘en Cristo’, fuera de Él las probabilidades de avanzar es nula.
Ganamos porque damos la gloria a Él, enseñaba el domingo a los ministros y líderes de la iglesia que todo lo que tenemos y hemos alcanzado es por su misericordia, Jesús nos provee de su autoridad y conocimiento, el Espíritu Santo nos permite vencer cuando nosotros caminamos con corazón entendido, es decir, sin orgullo.
Sin orgullo, sin vanagloria. Esto significa que la excelencia viene de Dios y Él te permite disfrutarla y ponerla en práctica. A los Corintios Pablo le recordaba que nosotros somos vasos de barro, pero que a pesar de ser un vaso frágil, débil, vasijas simples, personas humildes, Dios depositaba en nosotros este tesoro, que es la luz de su evangelio, no es cualquier cosa lo que hay dentro de usted.
Dios nos deposita su tesoro, su autoridad y luz, para que entendamos que la excelencia de su poder es de Él y no de nosotros, 2 Co. 4:7. Amado amigo, todo es por Jesús, nada es por nosotros mismos, si tenemos salvación y logramos victorias es por todo lo que Él hizo en la cruz.
En Jueces 7:2 Dios le muestra a Gedeón las inclinaciones que tienen los hombres de quererse robar la gloria. Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado.
Pareciera siempre que los hombres creen salvarse y salvar por su propia fuerza. Que logran victorias por sus habilidades, apartando la palanca infalible que son las misericordias de Dios, como consecuencia, salen los entuertos.
Gedeón tuvo que bajar la cuenta porque Dios actúa con su fuerza y, no con las fuerzas humanas que esté en una multitud. Solo trescientos hombres pasaron la prueba. El número no importa, el Señor va a mostrarnos siempre que dependemos es de Él, que toda las victorias que puedan venir a continuación a nuestras vidas, para nuestras familias, es porque Dios deposita en nosotros que somos vasos de barro, su excelencia y poder, su tesoro.
La soberanía de Dios es única y absoluta. Él decide qué hacer con nosotros, estamos y pertenecemos a la nómina divina. En Dios no hay ni habrá debilidad, la gloria y victoria es de Él. A nosotros nos corresponde es andar con corazón entendido y siendo humilde, porque el orgullo impide que fluya la grandeza del Altísimo en tu vida.
Edifiquemos sobre la Roca, entendamos que Jesús es la garantía para alcanzar lo que con nuestra fuerza no podemos; es decir, de Él vienen las provisiones, las sanidades, los buenos cambios para una nación y familias, construyamos la fe y andemos en ella para crecer y reconocer que nada somos sin Dios.
Sí se puede amigo lector (a), es por aquí la plaza pública comunicacional!
Otrosí o nota: Pidamos a Dios en oración, respecto a algunas personas que viven cerca de autopista de Puerto Cabello, en quebradas y canales, que nuestro Señor ponga en el corazón de los gerentes municipales una mejor atención a esas familias y más en estos tiempos de lluvia.
monteverdelister@gmail.com
Lister Monteverde