En Armonía fetal: Matrescencia: Los cambios de tu nacimiento como madre
¿Cuántas lunas hacen falta para que una mujer se sienta madre?
Opinión.- Existe una creencia que señala que son necesarias diez lunas blancas para que brille la luz de un nuevo hijo. Pero ¿cuántas lunas hacen falta para que una mujer se sienta madre? Pienso que no existe una respuesta única, lo cierto es que existe la posibilidad que cada madre tenga la suya o si esta sigue siendo tan misteriosa como lo es el origen del universo. Ser madre tiene mucho que ver con comprender la clase de mujer que eres o quieres ser. Y para ello, debes entender qué te sucede en tu cuerpo, en tu mente, en tu cerebro, durante ese maravilloso proceso de alfarería que es el embarazo.
Habitualmente la literatura científica, por cierto, cada vez más extensa, se centra exclusivamente en el desarrollo del bebé intrauterino, o en la salud física de la madre.
Pero se escribe poco sobre cómo cambia tu cerebro durante el proceso de convertirte en madre.
En el año 2017, la prestigiosa revista Nature Neuroscience publicó un estudio en el que se evidenciaba por primera vez que el embarazo conlleva cambios sustanciales y duraderos en el cerebro de la madre. Aún hoy cuesta creer que estos estudios sean una novedad.
Una ciencia que es capaz de guiar un robot hasta otro planeta y que bucea en los secretos de una partícula subatómica empieza hoy a indagar en el cerebro de quienes dan la vida. Así llegamos a la matrescencia término que define la transformación física, emocional y social que experimenta una mujer al convertirse en madre, una transformación que supone desorientación y reorientación, un perderse (en cada uno de los cambios) para reencontrarse, para reconstruirse. Es, comprender qué áreas cerebrales y qué funciones se ven involucradas en dichos cambios que permiten ayudar a habitar la experiencia, a intervenir de forma consciente en el proceso de plasticidad neuronal que se está llevando a cabo, pero principalmente a abrazar los cambios no siempre fáciles que brinda esta transformación.
Por eso, comprender y reconocer la importancia de la matrescencia es crucial, ya que puede ayudar a las mujeres a atravesar mejor esta transición y a recibir el apoyo necesario por parte de las personas que las rodean. De lo contrario, ignorar esta fase puede llevar a malentendidos y subestimar los desafíos emocionales que enfrentan las nuevas madres.
Recuerda algo, el parto no supone una vuelta al cerebro de quien no estuvo embarazada, sino que ese viaje te transforma para siempre, de modo que ser madre no es solo un proceso de transformación biológica, sino también una travesía al interior de cada mujer.
Gonzalo Medina Arevalo
PhD Ciencias Médicas
Médico Obstetra
Investigador de las emociones maternas
Ig. @armoniafetal