Opinión
Julie de Romero: Vence el mal con el bien
Los días que vivimos son muy peligrosos, la biblia nos advierte sobre estos días
30 de abril de 2025
Opinión.- Quizás seamos muy tentados a ver el mal que nos rodea. En efecto, el mal, las malas acciones, las malas intenciones, los actos de maldad están presentes desde la creación. La desobediencia a Dios y sus principios trajo grandes consecuencias sobre la humanidad. El ser humano se llenó de odio, celos, amargura, dolor, resentimiento, egoísmo, rechazo y toda forma de maldad. Ahora el mal mora en medio nuestro. Hay épocas donde parece incrementarse, amenazando al mundo y la raza humana con su destrucción.

Los días que vivimos son muy peligrosos, la biblia nos advierte sobre estos días en 2da de Timoteo 3:2-4 “Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios”. Quizás, te hayas topado con algunos de ellos o has sido víctima de sus acciones y te sientes tentado a responder con odio, venganza, a la injusticia, la crueldad y la maldad, pero, la palabra de Dios nos muestra un camino mucho más excelente.

Romanos 12:21 cita: “No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence con el bien el mal”. Cuando analizamos este consejo, podemos rechazarlo a la primera por considerarlo débil, pero también podemos ir mas allá y descubrir una fuerza mucho más poderosa que el mal, llamada “el bien”. Una fuerza antagonista, capaz de destruir la maldad y revertir sus efectos en una vida y en las generaciones que le seguirán. Sí, hay un antídoto contra la maldad, hay una fuerza capaz de detener el avance del mal en este tiempo. Es el bien de Dios obrando a través de gente llena de bondad y amor.

El bien habita en los corazones llenos de la luz de Dios y la luz disipa las tinieblas más densas. De hecho, el ser humano no fue creado para ser un depósito del mal, por eso quien lo lleva consigo, más allá de mejorar, empeora, yendo de mal en peor, su fin es destrucción y calamidad. Todo lo contrario, los seres humanos fueron diseñados para el bien, las buenas obras, el amor, la compasión, la piedad, la benignidad, por eso quienes lo practican, reciben un gozo y una paz indescriptible que mantiene sus organismos saludables, emocional y físicamente.

Hacer el bien no es para débiles, incautos, ingenuos e inocentes, sino para gente sabia e inteligente. En primer lugar, quien practica el mal se hace enemigo de Dios y ¿quién podrá resistirle? En segundo lugar, el fruto del bien es justicia y paz, dos elementos que tienen un valor intangible pero indispensables para el bien vivir y el bien ser.

No dejes que el mal te engañe, siempre vendrá a tentarte. Querrá usarte como un medio para propagar sus efectos dañinos, a través de tus manos, tu boca y tu cuerpo. Buscará ganar tu corazón, tus pensamientos y sentimientos. Sentirás que una espina infectada traspasa tu ser y su efecto contaminante intentará esparcirse para tomar todo en ti. Ese es el mal, que viene para hacerte su súbdito y autodestruirte. Cuando esto suceda, recuerda que un justo fue traspasado por espinas, herido, desechado, molido, blasfemado, traicionado, muerto injustamente y decidió perdonar cuando era más fácil odiar, vengarse y destruir la humanidad, este es nuestro Señor Jesucristo, quien te ha dado el poder para vencer el mal. El bien te hace fuerte, te mantiene de pie, te hace libre y un vencedor.

La gente de bien están conectados a la fuente correcta, Dios los inspira, Dios los usa, Dios los promociona, Dios los honra y trabajan para que el bien se propague. Están comprometidos con esta causa, tienen a Dios a su favor, resaltan, dejan huellas a su alrededor, son una fuente inagotable de inspiración y transformación.

¿Quieres ver cambios a tu alrededor? ¿Quieres ver cambios en tu propia vida? No te dejes conquistar por el mal, no envidies la falsa vida del malo, siembra el bien, esa semilla es indestructible y aunque la maldad quiera invisibilizarla, llegará a ser un árbol fructífero, frondoso, fuerte, del que muchos disfrutarán y tendrás a Dios a tu favor. Blinda tu corazón y permite que el poder del bien fluya desde tu interior para bendición de miles. Pregúntate ¿Qué puedes hacer para vencer el mal que acampa alrededor de ti?

Ap. Julie de Romero.
Apóstol de la Federación C.C.N en Valencia.
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@ccn.valencia
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Julie de Romero