Opinión
Calidad de Vida
LA PANDEMIA HABLADA
11 de febrero de 2022
Como todo momento histórico, la pandemia ha cambiado la forma en la que nos expresamos y nos ha recordado, de repente, algo que casi pasa inadvertido: el lenguaje es uno de los principales indicadores del cambio en nuestras vidas.

Durante el tiempo que hemos estado en pandemia, el lenguaje no ha parado de moverse: se incorporaron al habla cotidiana nuevos términos: mascarilla o tapabocas, confinamiento, pantalla facial, contagio, bioseguridad, flexibilización. Otros cambiaron de significado, como distanciamiento social. Palabras científicas ingresaron al lenguaje común (pandemia, coronavirus, covid 19, diagnóstico, vacuna, hisopado). En resumen, el mecanismo de comunicación, gracias a internet, ha evolucionado rápidamente y hemos integrado en nuestras vidas palabras que no existían hace dos años. El lenguaje se activa para mantenerse al día con los cambios.

A esto se suma el dinamismo social, porque el lenguaje no es sólo comunicación, sino también la forma en que definimos la sociedad y las relaciones con las personas. Lo cierto es que la pandemia pasará, pero las palabras quedarán; muchas se añadirán a las expresiones de nuestra lengua y las diremos con total normalidad.

Para la Real Academia Española (RAE) un reflejo de este cambio cultural es que “palabras como pandemia, epidemia, confinamiento, asintomático o, por supuesto, coronavirus, aparecen en los puestos más altos de palabras buscadas por estos días en el diccionario”. Algunas ocupan por primera vez un lugar en los listados de búsqueda, como gotícula.

En estos 24 meses hemos visto como palabras que eran utilizadas por trabajadores de la salud han ingresado definitivamente en el lenguaje común. Hoy en día hablamos con total normalidad de PCR (examen para detectar el virus), contagio comunitario, brote familiar, cordón sanitario, UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y respiradores.

Al principio se usó la muy antigua palabra "cuarentena" pero pronto se vio que el encierro iba a durar más de cuarenta días y se impuso el término "confinamiento", mucho más adecuado.

Una de las expresiones que se popularizó en internet es el término covidiota,.palabra que se utiliza como un adjetivo para referirse a todos aquellos que no siguen las reglas de distanciamiento social o compran más de lo necesario en los supermercados dejando a otros sin víveres.

Otra nueva denominación es Antivacunas, que corresponde a aquellas personas que tienen desconfianza en las vacunas, lo que contienen y los efectos secundarios que podrían tener en su salud o la de sus familiares. Pero aparte de los efectos documentados como fiebre o reacciones alérgicas, muchos antivacunas caen en la paranoia de creer que las vacunas pueden tener componentes secretos para atontarlos y ser controlados por el gobierno.

Infodemia también es un concepto muy vigente en las circunstancia que vivimos actualmente. Se refiere a la difusión de informaciones falsas o incorrectas a través de los medios de comunicación y redes sociales, muchas de las cuales son rumores que dificultan que las personas encuentren fuentes y orientación fiables cuando lo necesiten y que mayormente genera pánico social.

También es interesante comprobar como esta pandemia ha hecho que expresiones anteriormente muy comunes están hoy utilizándose con más cuidado, como, por ejemplo, el adjetivo viral, traducido como algo que se propaga rápidamente a través de las redes sociales. Actualmente es una palabra muy asociada al covid. Por otra parte, la gente está dejando de definirse como positiva, ya que, paradójicamente, este adjetivo nos hace pensar en la infección, por lo que está cargado de una negatividad subyacente.
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VÍA Karla Oviedo
FUENTE Editoría de Notitarde