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Al respecto, Luigi Pisella, presidente de Coindustria informó que esta acción tiene dos lecturas para el gremio de industriales, ya que “es una oportunidad-preocupación ante la situación de desventaja”.

En este sentido, sostuvo que estando la frontera cerrada, “igual siguieron entrando productos al país, solo que de manera informal” y ahora lo positivo es que formalidad.

Indicó que según la balanza, “el intercambio habitacional estaba en $400 millones, es decir; 90% favorable para Colombia y un 10 a Venezuela”.

Sin embargo, aseguró que desde Coindustria trabajarán para crear y fomentar políticas públicas para exista más competitividad y no haya desbalance.

¿Qué ventajas traerá la reapertura de la frontera?

En primer lugar, la formalización al ingresar productos alimenticios y farmacéuticos “para nadie es un secreto que hay productos que se producían en Colombia y llegaron acá de forma, no entraban de forma legal ”.

En segundo lugar, la integración de los dos países, lo que quiere decir que “será un mercado de 80 millones de habitantes aproximadamente”, lo cual beneficiará a los países vecinos.

Por último, Pisella aseguró que están trabajando para determinar la oferta explotable y los productos que son exportados por Colombia, que pueden suplirse por Venezuela.