¡Señor, danos una señal!: Hermanas imploran hallar a su madre en Las Tejerías
“Nos sacaron por la parte de arriba e intenté comunicarme con mi mamá pero no había luz ni señal. No supe más de ella”
Aragua.- En el sector El Matadero de Las Tejerías, Aragua, los rescatistas y las comisiones mixtas de seguridad se dejan guiar por el olor putrefacto y las moscas cadavéricas. Seguir la pista de los insectos de la muerte parece lo más lógico en el quinto día de búsqueda de cuerpos.
Aunque los uniformados están atentos a las señales de las voladoras verdes, los ayudantes máximos son animales de cuatro patas. Se trata de los pastores belgas de la Unidad Canina del estado Aragua, quienes han rastreado con su increíble olfato a personas bajo la tierra después de que la avalancha de barro dejara cientos de edificaciones completamente tapiadas. Así sucedió en el mercado popular del sector El Matadero, donde los canes han dado signos de alerta.
Mientras miembros del Grupo de Rescate Aragua Fevesar, Protección Civil Aragua y Socorristas de la Cruz Roja intentan sacar a la superficie la estructura enterrada, los familiares y conocidos de personas desaparecidas se congregan en los alrededores. Entre ellos, Oriana Parra, una joven de 20 años que había quedado en encontrarse con Margot Silva, su madre, en el sitio a finales de la tarde del sábado. “Ella estaba haciendo unas compras y nos íbamos a encontrar en el mercado para irnos juntas a la casa, pero empezó a llover demasiado y me quedé atrapada”, explicó la muchacha al equipo de Notitarde.
Cuando la sorprendieron las fuertes precipitaciones estaba en su lugar de trabajo, una panadería cercana al mercado. Esa misma noche vecinos lograron salvarla junto a sus compañeros, pero de su madre no ha vuelto tener noticia.
“Nos sacaron por la parte de arriba e intenté comunicarme con mi mamá pero no había luz ni señal. No supe más de ella”, relató con dificultad.
Vicky, la hermana de Oriana, también logró sobrevivir al deslave de la noche del 8 de octubre. Desde entonces, ambas merodean por los alrededores del mercado buscando rastros de la señora Margot. “Señor, danos una señal”, imploraron las hermanas.
Escarbar sin descanso
Escarlet Galíndez también acompaña a los rescatistas en su jornada. Cada mañana le pide fuerzas a Dios para encontrar a su hermano, Jarmenson Galíndez, un comerciante de El Matadero que frecuentaba mucho el mercadito local y cuyo paradero se desconoce desde el desastre.
Picos, palas y motosierras son las herramientas más utilizadas para seguir escarbando y despejando el área de lodo, troncos y escombros. El único respiro que tienen los hombres es cuando alguno de sus compañeros los releva para portar los utensilios.
“Hay momentos donde ya no le dan los brazos de tanto picotear y martillar, entonces el comandante ordena que se haga el cambio y así reposan los músculos un momento. Luego continúan sin descanso”, comentó Escarlet, con su mirada ansiosa y desesperada puesta sobre los cascos blancos y amarillos.
En casi una semana de búsqueda, las posibilidades de hallar a Jarmenson con vida son casi nulas. Su hermana lo sabe, pero no se atreve a decirlo en voz alta. “Para entenderlo no basta con ponerse en nuestros zapatos. Es demasiado doloroso. Estas personas eran nuestra familia, nuestros amigos”.
Aquí hay mucha gente
Después que un belga olfateara en los alrededores del mercado y ladrara en varias zonas cercanas, las unidades de rescate persisten en sacar a la luz la edificación enterrada. “Aquí debe haber mucha gente”, sospechó con pesar uno de los soldados que arribó a Las Tejerías el lunes.
Algunos vecinos del barrio afirman la teoría. En el mercado funcionaban varios locales de expendio de bebidas alcohólicas, principalmente recurridos los fines de semana. “Mi padrino estaba aquí antes que el río se desbordara. Al principio no sabíamos dónde empezar. Ahora insistimos en este sitio, el último lugar posible donde pudo haber estado”, señaló Miguel Carrasquel, ahijado de José Segovia, un habitante de El Matadero de quien no se ha sabido desde el pasado sábado. (Francis Gabriela Tineo)
