Para el parlamentario, “la respuesta a la derecha golpista tiene que ser más democracia, más unidad de las fuerzas populares del continente, y audaces decisiones en el campo de la integración económica”.

En un artículo de opinión, Daza asegura que la clave es “superar la pobreza y defender la democracia”, como “vertientes de un mismo proceso”.
Sobre lo que ocurrió en Brasil, celebró cómo “el Gobierno Federal de retomó el control del Planalto, el Congreso y el Tribunal Supremo, que fueron asaltados por bolsonaristas el domingo 8 de enero, a una semana de la toma de posesión del presidente Lula da Silva”.

Lamentó que “al estilo Trump, o Mussolini, pretendieron acabar con la democracia brasilera. Un intento de golpe de Estado que tiene un protagonista: Jair Bolsonaro”.

No reconocieron la victoria de Lula

Argumentó el parlamentario que “la derecha ultrarreaccionaria no reconoció la victoria de Lula en las elecciones presidenciales del 30 de octubre, tomó calles y carreteras, mantuvo focos de disturbios en la capital”.

Denunció que “el exmandatario se fue a Estados Unidos para no colocarle la banda presidencial a Lula, y luego se lanzó por el barranco del asalto y saqueo a las sedes de los tres poderes públicos en Brasilia, hecho sin precedentes en la historia de esa nación”.

Para daza “no hay que olvidar, nunca, que los bolsonaristas fracasaron en el gobierno, dejaron a la gente a la deriva en plena pandemia, liquidaron las políticas sociales, permitieron el destrozo de la Amazonía”.

A eso hay que agregarle que el bolsonarismo “puso a pasar hambre a millones de seres humanos, entregaron bienes públicos a los monopolios transnacionales, y perdieron las elecciones, a pesar de sus mentiras y de las patrañas contra Lula y el PT”.

Por el tema brasileño también habló la analista Anahí Arismendi, quien celebró el reingreso de esa nación “de forma plena e inmediata a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños-CELAC”.

Se trata “de un renovado interés hacia América Latina con motivo de la guerra energética y alimentaria en el mundo. Luego de 3 años de ausencia en el foro regional, el triunfo presidencial de Lula da Silva, y el triunfo de Petro en Colombia, avivan las expectativas sobre el reimpulso del mayor foro de integración regional independiente de los Estados Unidos.”.

Arismendi sostiene que “no es gratuito que Brasil estrene su reingreso con una Declaración de la presidencia pro témpore de la CELAC rechazando los actos violentos y el asalto a las instituciones democráticas brasileras por parte de seguidores del expresidente de ese país Jair Bolsonaro”.
Por ello, “la reincorporación de Brasil fue aplaudida por las autoridades regionales y calificada por el gobierno (de Brasil), que lleva la presidencia pro témpore, como un hecho que agrega certidumbre y fortalece a la región”. 

Asimismo, asevera que “la reintegración de Brasil fortalece un mercado que está en la mira tanto de Estados Unidos y la Comunidad Europea, como de las economías emergentes de Rusia y China”.

Y por ello recordó que “el alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, afirmó que la U.E. es un socio singular y único para América Latina y el Caribe.

La experta destacó que “la CELAC no es solo un espacio de un gran potencial económico, consolidar su peso político regional y fuera del continente sigue siendo uno reto. El retorno de Brasil bajo el liderazgo de uno de los fundadores de la comunidad podría fortalecer el debate sobre las fortalezas de una institución lejana al poder de Washington y hacia posiciones aún más firmes ante las acciones unilaterales del gobierno de Estados Unidos”. (Janet Yucra M.)