, relacionados con la comunidad donde se desarrolla esa institución, "se puede solventar y llegar a acuerdos bastante claros con los docentes y que haya un trabajo acorde a las necesidades fundamentales de la educación a nivel mundial”, dijo.
Culminó comentando, que esta sería una manera de palear la situación en la que están los docentes, pues “cada día el maestro se encuentra en descontento y ve la posibilidad de
alejarse de la escuela para hacer otras actividades que le generen ingresos”.
¿Qué opina la población?Por su parte, la señora Yenny Abreu, manifestó que le gustaría que se implementara este modelo, “porque de verdad que
el sueldo de los docentes da tristeza, tengo un vecinito que ellos hacen rifas para darle pasajes a los profesores donde están, sería justo que los padres también colaboraran con los docentes”.
Por otro lado, manifestó Abreu, “la cuestión es hablarla, plantearla, que la gente la conozca, que sepa lo que es, eso se tiene que estudiar, me parece justo que el Gobierno planteara eso y que los representantes ayudaran a los educadores porque el sueldo que ellos ganan no les alcanza para mucho”, reiteró.
Mientras entrevistamos en las calles de Valencia nos topamos con Carmen Gómez, quien considera que los representantes necesitan que sus hijos reciban educación, “a ellos les perjudica no tener clases y a los docentes les afecta recibir el sueldo que tienen, con eso no se vive, por ambos lados yo le doy la razón. En parte mejoraría el sistema educativo, el privado está funcionando y el público no.”
Sin embargo, de imaginar este contexto se acentuaría aún más el bajo poder adquisitivo que tiene el ciudadano común en la actualidad, otra lucha constante para los hogares con tres o más de cuatro hijos que necesitan educación.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece en sus artículos 102, 103 y 104 el derecho a la educación, la obligación del Estado de disponer una inversión prioritaria para permitir el acceso, permanencia y culminación de los grados escolares obligatorios para los ciudadanos de nuestro país, a su vez, la calidad de vida que ofrecerá a quienes desarrollen esta elevada misión (los educadores).
Sin lugar a dudas, es un escenario complejo el que Venezuela ha atravesado en los últimos años y el declive de este sector ha sido constante pero silencioso, al punto donde se encuentra en este momento, en el que muchos son los niños que no asisten a clases y otros solo lo están haciendo dos o tres días a la semana. Ante esto, ¿Qué sucederá? ¿Se le ha olvidado al Estado la importancia que tiene la educación en un país? ¿Es entonces la educación concertada una opción para sumar aportes y continuar formando a nuestros niños y jóvenes, que serán los profesionales del futuro?
Mairelis Blanco Lima