Niñas y adolescentes: Las principales víctimas de violencia sexual en el país (+Casos)
Con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, el equipo web de Notitarde analizó 56 días de noticias y descubrió que en 14 estados del país, 109 mujeres y niñas sufrieron diferentes formas de violencia
País.- Según un recuento de noticias publicadas y verificadas por el equipo web de Notitarde, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora este 25 de noviembre, las víctimas más frecuentes de violaciones sexuales son las niñas y adolescentes, mientras que el asesinato a manos de parejas o exparejas es la mayor amenaza que enfrentan las mujeres adultas.
Entre los hallazgos figura que las edades de las víctimas de las distintas formas de violencia de género oscilan entre los 3 y los 62 años; y que sus principales agresores suelen ser personas de su círculo íntimo y cercano.
Novios, parejas actuales o pasadas, padres, padrastros, tíos, primos, abuelos, vecinos, suegros, hermanos, jefes, líderes religiosos y hasta entrenadores deportivos; son los principales responsables de las agresiones a las que son objeto las mujeres y niñas, en 67 de los 78 casos estudiados. En solo 11, la información difundida por los distintos cuerpos de seguridad del país no precisa el vínculo entre las víctimas y los agresores.
Los tipos de violencia más común es la sexual, física, psicológica, el acoso, las amenazas y el asesinato.
El delito con mayor incidencia es el abuso sexual y la explotación sexual, con 37 casos registrados y un total de 57 víctimas.
La niñas y adolescentes son la mayoría de las víctimas de violencia sexual con 32 casos reportados y un total de 46 víctimas.
La víctima más pequeña tenía tan solo 3 años y la mayor 62, una empleada doméstica que fue abusada sexualmente por su empleador. En los datos recopilados, que corresponden a 56 días de análisis, figuran una niña de 4 años, tres infantes de 6 años, una de 7 y otra de 8, todas víctimas de abuso sexual. Además, se registra al menos una víctima de violación para cada edad hasta los 17 años.
No obstante, el abuso sexual no es la única amenaza que enfrentan niñas y adolescentes por su género. Durante el mismo período, tres niñas fueron asesinadas.
Una de ellas fue Dariannys Zaraid Ollarvez Rodríguez, una pequeña de apenas tres años, quien falleció en el Hospital Universitario Dr. Alfredo Van Grieken, en el estado Falcón, donde ingresó con un edema cerebral, congestión vascular, shock hepático y signos de abuso sexual. Su padre, padre, Deivis Manuel Ollarvez Chirinos de 28 años de edad, es el principal sospechoso.
Alianny Carolina Duno Oliveros, otra adolescente de 16 años fue asesinada de un disparo en la cabeza en el barrio La Bolivariana del sector San Blas en Petare en la capital del país, por un desconocido que la invitó a su casa.
La mujer adulta
Entre las mujeres mayores de 18 años, la violencia de género que prevaleció en el monitoreo realizado por el equipo web de Notitarde, es el asesinato con 13 femicidios.
Apuñalamiento, asfixia, descuartizamientos, prenderle fuego y el asesinato de hijos u otros miembros de la familia son algunos de los patrones que resaltan en muchos de los casos. Las parejas y exparejas son los principales autores de estos crímenes.
Por ejemplo, Wilfredo Gregorio Paz asesinó a su expareja Viviana Lilibeth García de 32 años de edad y sus tres hijos: Eiberson Adrián Cumaná (10); Emerson Aarón Cumaná García (7) y Mía Esgleicheth Cumaná García (5); a golpes y cuchilladas después de ingresar a la vivienda a la fuerza en el urbanismo Ciudad Caribia al norte de Caracas, convencido de que la expareja se encontraba con otro hombre.
De entre los 109 casos contabilizados, 21 mujeres mayores de 18 años sufrieron violencia física, verbal, y amenazas de muerte solo en el periodo analizado.
Según, estimaciones de Organización Mundial de la Salud (OMS) en todo el mundo, casi un tercio (27 %) de las mujeres de 15 a 49 años que han estado en una relación en la que informan haber sufrido algún tipo de violencia física y /o sexual por su pareja.
Cifras de Naciones Unidas para el 2023, afirman que alrededor de 51.100 mujeres y niñas de todo el mundo murieron a manos de sus parejas u otros miembros de su familia. Es decir, se asesinó a una mujer cada 10 minutos.
La denuncia es clave
Estimaciones publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que alrededor de una de cada tres (30 %) mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.
En situaciones de violencia de género, presentar una denuncia resulta fundamental, ya que contribuye tanto a disminuir la frecuencia de este tipo de casos como a exigir justicia para las víctimas. Además, visibiliza la problemática, ejerciendo presión sobre las autoridades para implementar políticas efectivas de prevención y evitando que las mujeres se vean expuestas a condiciones aún más peligrosas y vulnerables.
Del monitoreo realizado, se identificó que, en muchos casos, también los integrantes cercanos al entorno de la víctima son quienes realizan la denuncia. Aunque no toda la información analizada facilita la identificación de los denunciantes, en los casos donde fue posible encontrar datos, las denuncias fueron realizados principalmente por familiares cercanos como madres, padres, abuelas o tías, así como por docentes, vecinos u otras personas del entorno próximo de la víctima.
Un ejemplo de esto ocurrió en el estado Zulia, donde una maestra se presentó en el Centro de Coordinación Policial local para reportar al padrastro de una alumna de 11 años, quien contó que la pareja de su madre "tocaba sus partes íntimas" y las de su hermana de 13 años, además de obligarlas a mirar material audiovisual para adultos, mientras exhibía sus genitales.
El acceso a información y visibilización de las diversas formas de violencia a las que padecen niñas y mujeres son fundamentales y necesarias para erradicar la violencia de género. Un claro ejemplo es el caso de una adolescente de 13 años que, después de ver una campaña en medios en la que se alentaba a las víctimas a no permanecer en silencio, decidió contarle a una tía lo que había sufrido desde los cinco años: los abusos sexuales de su propio padre.
