Fuegos artificiales: Precaución es la clave de la celebración
Aunque es una tradición, sí es posible evitar eventualidades al momento de manipularla
País.- Llega la temporada más festiva del año, la Navidad, donde las luces de diferentes colores y las detonaciones se hacen presentes en distintos sectores del país: los fuegos artificiales. Aunque están fabricados con fines de entretenimiento, también traen consigo peligros que empañan a muchas familias al poner en riesgo la integridad física de sus integrantes, cuyas consecuencias negativas, tanto a corto como a largo plazo, son cada vez más evidentes.
El equipo reporteril de Notitarde realizó una entrevista al comisionado del alcalde de San Diego y rescatista, Jacobo Vidarte, para conocer los peligros y las medidas preventivas relacionadas con la pirotecnia, cuyo uso esconde un peligro latente que incluye quemaduras, lesiones oculares, amputaciones y, en casos extremos, la muerte.
“La población más vulnerable para sufrir lesiones severas, incluso graves, son los niños”, puntualizó en primera instancia el rescatista. Al mismo tiempo, hizo énfasis en que los infantes, las personas bajo el efecto de alcohol o drogas y la fauna (incluidas las mascotas) son las principales víctimas por el mal uso de la pirotecnia. Vidarte recordó la importancia del conocimiento sobre seguridad y conciencia respecto a este producto que puede generar eventos no deseados.
“En muchas ocasiones, los padres se descuidan y desatienden a los pequeños que manipulan los pirotécnicos sin saber la magnitud del peligro”, expresó. Este aviso de advertencia es un recordatorio del hecho ocurrido en la Nochebuena de 2023, donde un niño de 14 años con parálisis cerebral infantil resultó con quemaduras considerables en Bejuma luego de que le cayera una chispa de una “estrellita” y esta le encendiera su camisa.
Sin embargo, sin importar la dimensión de la pirotecnia, todos representan un peligro, “básicamente es un fuego sobre un avión”, indicó Vidarte. Ante esto, consultamos con la Dra. Venus Rodríguez, especialista en medicina interna, acerca del impacto que tiene en la salud.
“Otros daños más frecuentes a la salud son las quemaduras que pueden ser superficiales o profundas, comprometiendo piel, tendones, músculo y otros tejidos”, comentó la doctora, quien además, califica que las zonas de mayor riesgo a sufrir este tipo de accidentes son las extremidades superiores.
Entre otras afecciones se encuentran las enfermedades respiratorias por la inhalación de las partículas que desprenden estos artefactos. “Tenemos que ellos están generalmente compuestos por algunos metales, como aluminio, el cual tiene cierto potencial de causar fibrosis pulmonar (…) Puede afectar pacientes con asma bronquial”, comentó Rodríguez resaltando también la contaminación sónica que puede ocasionar problemas cardiovasculares o trastornos auditivos.
Medidas de prevención
Aunque es una tradición, sí es posible evitar eventualidades al momento de manipular la pirotecnia.
Se debe tener presente la afectación que produce en las mascotas y fauna en general.
El artefacto debe ser manipulado por un adulto en estado consiente. “No utilizar frascos, ni botellas de vidrio; encenderlo en lugares sin menores en las inmediaciones. Y tener un extintor sería ideal”, recomendó el rescatista quien también exhortó a tener los números de emergencia.
“Si no cae el 911 porque está ocupado o por cualquier otra cosa, es aconsejable tener el teléfono directo de las diferentes policías, cuerpos de bomberos, protección civil y equipos de rescate”.
Por su parte, la Dra. Venus comentó que, en caso de quemadura, lo primero y más importante es retirar a la persona que sufrió el accidente de la fuente de calor de la pirotecnia. “Evaluar el área donde esté la lesión, esta se puede humedecer con agua limpia y luego cubrir con una gasa esterilizada, humedecida (…) es bueno cubrirla mientras se traslada la persona a un centro de atención médica para realizar el protocolo correspondiente”.
Venus destaca que no se debe colocar ningún tipo de aceite en el área de la quemadura, ni cremas medicinales naturales o no prescrita por ningún médico, y “el peligro no escapa de las personas adultas y mayores de edad”.