La plaza Bicentenario del Palacio de Miraflores, es el escenario de este encuentro, que reúne a lideresas y líderes religiosos, para ratificar a Venezuela como una Nación bendecida y libre, bajo el manto del Todopoderoso.
El jefe de Estado venezolano se ha declarado en reiteradas oportunidades, en las que ha coincidido con los representantes cristianos, como un hombre de oración y reflexión, porque ha dicho le gusta escuchar y aprender.
En esa línea, la orientación del Dignatario nacional ha estado caracterizada en reflexiones de experiencias vividas por los individuos en los últimos tiempos y cómo en ese camino, se han encontrado con Dios.
Su enfoque también ha sido destacar la importancia que tienen los hombres y las mujeres que van de la reflexión a la acción, sentido en el cual ha señalado: "Soy un hombre de reflexión, pero también de acción, como tenemos que ser. El amor de Dios en acción, el poder de Dios en acción. Oración, reflexión, acción permanente".
Sus palabras han recreado que Venezuela está preparada físicamente, materialmente y espiritualmente, con lo que ha augurado todo lo bueno para los venezolanos y venezolanas que ya están en desarrollo.