Días antes, el consulado de Venezuela en Lisboa, Portugal, fue blanco de un ataque con un cóctel molotov. Aunque los responsables aún no han sido identificados, las autoridades portuguesas han tomado medidas inmediatas para garantizar la seguridad de las instalaciones afectadas.
El canciller portugués, Paulo Rangel, condenó enérgicamente los hechos, calificándolos de “intolerables” y subrayando la importancia de respetar las normas internacionales que protegen las sedes diplomáticas. Asimismo, anunció el reforzamiento de la seguridad en el consulado venezolano en Lisboa y ordenó una investigación exhaustiva para dar con los responsables.
Por otro lado, hasta el momento, el gobierno de España no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el ataque ocurrido en Vigo. Este silencio ha generado interrogantes entre la comunidad venezolana residente en el país ibérico, que espera una respuesta contundente frente a estos actos de violencia.