A través de sus redes sociales, el Ejecutivo expresó su indignación, describiendo estas medidas como un "secuestro cruel e indignante".
Especificó que "Las acciones de los gobiernos de EEUU y El Salvador contra nuestros jóvenes trabajadores constituyen un acto de crueldad e injusticia, un secuestro cruel e indignante. Desde Venezuela, exigimos al gobierno de los EEUU que cese la persecución y violación de los derechos de los migrantes venezolanos".
Así mismo, puntualizó que ya hay abogados en El Salvador que actuarán de manera legal, mientras el gobierno venezolano lo seguirá haciendo de manera diplomática.
Concluyó que "No descansaremos hasta que estos muchachos inocentes regresen a Venezuela".