¿Quién fue la madre Carmen Rendiles? La beata que se convertirá en la primera santa de Venezuela (+Video)
Se destacó por su disciplina y su compromiso con la oración
31 de marzo de 2025
Madre Carmen Rendiles
País.- Este lunes se dio a conocer la aprobación por parte del papa Francisco del milagro que llevará a la santidad a la beata venezolana madre Carmen Rendiles Martínez, fundadora de la Congregación Siervas de Jesús. Con este reconocimiento, se convertirá en la segunda santa de Venezuela, tras la canonización del doctor José Gregorio Hernández.
Su historia es la de una mujer que, desde la fe y la determinación, dedicó su vida a la educación, la espiritualidad y el servicio a los más necesitados.
Una infancia de fe y superación.
¿Quién fue madre Carmen Rendiles?
Carmen Elena Rendiles nació en Caracas el 11 de agosto de 1903 en el seno de una familia profundamente católica. Desde su infancia, mostró un carácter firme y una notable sensibilidad hacia los demás, lo que sería la base de su vocación religiosa.
Sin embargo, llegó al mundo con un reto por delante, nació sin su brazo izquierdo. En su biografía oficial, destaca que, en una época donde las limitaciones físicas podían representar fuertes obstáculos, ella no permitió que esta condición definiera su destino y se crió en un hogar con valores arraigados en la fe y el servicio.
Desde pequeña, aprendió a valerse por sí misma y en su adolescencia sufrió problemas de salud que la apartaron temporalmente de la vida social, pero en ese período encontró en la oración una fuente de fortaleza y claridad. A los 15 años de edad, Carmen Rendiles ya tenía la certeza de que quería consagrarse a Dios.
Su búsqueda la llevó a tocar las puertas de varios conventos hasta que, en 1927, a los 24 años, ingresó a la Congregación de las Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento, una orden de origen francés que comenzaba a establecerse en Venezuela. Este instituto se caracterizaba por su sencillez y espíritu de humildad, aspectos que coincidieron con su visión de la vida religiosa.
Desde el inicio de su formación, se destacó por su disciplina y su compromiso con la oración. En 1932, emitió sus votos perpetuos y comenzó a asumir responsabilidades dentro de la comunidad. Con solo 33 años de edad, la nombraron maestra de novicias, un servicio que dejó una huella imborrable al formar a nuevas generaciones de religiosas con el mismo espíritu de entrega que la caracterizaba.
El liderazgo de una mujer creyente
En 1947, la nombraron Superiora de la Casa Madre en Venezuela. Bajo su dirección, la Congregación creció y expandió su labor educativa y pastoral en el país. Fundó colegios como Betania, Santa Ana, Belén y Nuestra Señora del Rosario, con la misión de ofrecer educación integral basada en valores cristianos.
Además, la comunidad se dedicó a la elaboración de hostias y ornamentos litúrgicos para el servicio de la Iglesia.
Pero más allá de la educación y la asistencia religiosa, Carmen Rendiles se destacó por su vida austera y su humildad. Se dice que ella misma construyó un mobiliario para la congregación y vivió con lo mínimo necesario, siempre con sencillez evangélica.
Sus hermanas religiosas, señala su biografía, la recuerdan como una mujer cercana, de profundo amor por la eucaristía y con una inquebrantable confianza en la providencia.
La separación de la congregación francesa y la fundación de las Siervas de Jesús
Uno de los momentos más trascendentales en su vida llegó en 1965. Luego del Concilio Vaticano II, la congregación francesa a la que pertenecía se transformó en un instituto secular. Convencida de que esta modificación afectaría la esencia del servicio al que había dedicado su vida, tomó la decisión de separarse de la comunidad francesa y fundar una nueva congregación en Venezuela.
Con el apoyo del Episcopado venezolano y de las hermanas que compartían su visión, estableció oficialmente la Congregación Siervas de Jesús en Caracas. Desde entonces, su comunidad creció y expandió su misión en el país.
En 1969, fue nombrada Superiora General de la nueva congregación y, hasta el final de sus días, inspiró a sus hermanas.
Muerte y el milagro que la llevó a la santidad
El 9 de mayo de 1977, después de más de 50 años de vida religiosa, Carmen Rendiles falleció en Caracas. Su muerte estuvo rodeada de un profundo respeto y devoción por parte de quienes la conocieron. Con el tiempo, su fama de santidad se extendió y en 1995 se abrió el proceso de beatificación.
En 2013, el papa Francisco la declaró venerable, reconociendo sus virtudes heroicas, y cinco años después (en el 2018) la beatificaron luego de la aprobación de un milagro atribuido a su intercesión: La sanación inexplicable del brazo de la doctora Trinette Durán de Branger, quien había recibido una descarga eléctrica que le dejó severas secuelas.
El segundo milagro que la llevará a los altares ocurrió en 2015, cuando una mujer diagnosticada con hidrocefalia triventricular idiopática experimentó una recuperación inexplicable tras tocar un cuadro de la madre. La curación fue inmediata y permanente, un hecho que la Iglesia reconoció como milagroso.
Aunque aún no se ha fijado la fecha de la ceremonia, se espera que sea un evento de gran significado para la Iglesia venezolana. Además, existe la posibilidad de que su canonización se celebre junto a la de José Gregorio Hernández, convirtiendo el acto en una doble celebración para el país.