En sus comienzos existía una sola vía de penetración, que era de tierra y solo podía ser transitada en burro; todos los suministros venían de Quíbor. La primera población fue El Chorrito, luego se fundó Las Vueltas, lugar del que debido a las constantes inundaciones e incendios, muchos de sus pobladores salieron obligados de ahí. Se mantienen pocas construcciones antiguas, con la llegada del plan de viviendas rurales, se sustituyeron. En la actualidad su economía se basa en la agricultura, posee veintiocho caseríos, y es un atractivo conjunto urbano con lugares turísticos y recreacionales. A la entrada de Sarare, está la cruz, un reconocimiento, que recibe a propios y visitantes de Sarare, es el gran símbolo y afirmación de la fe cristiana, llena de grandes significaciones místicas, con una leyenda que la acompaña y dice: Recuerdo de los Misioneros Redentoristas José Miguelez, Jesús Gamboa, Pedro G De Albizu O, Benigno Alonso. Sarare 7-11-65.
Un pueblo que cuenta su historia ancestral: La Cueva de la Vieja, también conocida como Garganta del Llano, es un sitio de gran interés arqueológico e histórico, situado en el cerro La Vieja, al sur de Sarare. Este lugar, no solo posee una rica biodiversidad con su vegetación de bosques secos y formaciones geológicas espectaculares, sino que también, es un testimonio tangible de la actividad humana en épocas pasadas. A través de sus numerosos hallazgos arqueológicos, la cueva nos ofrece una ventana al pasado y a la comprensión de las culturas que habitaron esta región, lo cual la convierte en un patrimonio invaluable.
Desde el siglo XIX, cuando los primeros investigadores, como Pío Sáenz, Diego Del Valle y Juan González, realizaron excavaciones que revelaron lozas con jeroglíficos y otros objetos de valor histórico, se ha acumulado una vasta cantidad de información sobre la importancia de la cueva. Estos hallazgos, que incluyen cerámicas, cocos labrados y cráneos, indican que la cueva fue utilizada por grupos humanos en distintas épocas.
La diversidad de los objetos encontrados refleja prácticas culturales ricas y complejas. A lo largo del tiempo, otros investigadores han seguido indagando en la cueva, como Jerónimo Viacaba y Jorge Ferrer, quienes en 1920, descubrieron una osamenta. En 1934, el hermano Nectario María y el hermano Basilio encontraron huesos largos y vasijas gigantes, lo que sugiere la presencia de rituales significativos o prácticas funerarias en el contexto de la cueva. Además, el trabajo realizado por Alfred Kidder en 1944, permitió una clasificación más sistemática de los hallazgos, ayudando a establecer un marco cronológico para la ocupación del lugar.
Es importante destacar, que las investigaciones no se limitaron al ámbito físico de la cueva. A partir de 1955, Borelli y Campins, junto a Severino Mascia en 1963, comenzaron a estudiar los mitos y leyendas asociados con este lugar, revelando cómo las creencias populares han influido en la percepción de la cueva a lo largo de los años. La creencia de que la Cueva de la Vieja se comunica con las Minas de Buría, así como la leyenda del tesoro escondido por el Negro Miguel, son ejemplos de cómo lo esotérico se entrelaza con la historia, enriqueciendo la narrativa cultural de la región. La salvaguarda de este patrimonio, es esencial, no solo para la comunidad local, que puede encontrar en ella un símbolo de identidad, sino también, para la humanidad en su conjunto, que se beneficia del estudio y la comprensión del pasado. ¡Visitemos, preservemos, salvaguardemos/salvaguardiemos los elementos naturales, culturales y patrimoniales de Sarare, municipio Simón Planas, estado Lara!