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Diariamente, miles y miles de migrantes de diferentes lugares como Yemen, Bangladesh, Cuba y Haití se aventuran a cruzar este muro vegetal de 575.000 hectáreas que comparten Panamá y Colombia, sin embargo, no todos logran completar su ruta.
El Tapón del Darién es uno de los tránsitos más peligrosos del mundo, no solo por el tipo de terreno, sino por la inseguridad que enfrentan quienes deciden adentrarse en ella, buscando un “vivir mejor” en una nueva tierra, enfrentado la muerte.
El periodista estadounidense Jason Motlagh, que trató de atravesarlo en 2016, describió al Tapón del Darién como “el pedazo de selva más peligroso del planeta”.
Compañeros de viaje fallecidos, cadáveres en los senderos, robos y enfermedades, son algunas de las adversidades que desafían quienes emprenden este recorrido, la mayoría de las veces con el sueño de llegar a Estados Unidos.
De acuerdo a lo informado por el Servicio Nacional de Migraciones (SNM) de Panamá, en 2021 más de 91.300 migrantes (sobre todo de Haití) viajaron a través de la selva del Darién rumbo a Panamá desde Colombia, con la esperanza de poder llegar a los Estados Unidos, Canadá o México.
En torno a esta situación, el abogado internacionalista, Luis Gallo, catalogó a la situación migratoria que se vive actualmente en el Tapón del Darién como “realmente inexplicable”.
“La selva del Darién es una de las más inhóspitas y peligrosas del mundo, tanto es así que es un sitio que utilizan fuerzas de élite de algunos ejércitos del mundo, entre ellos Estados Unidos, para el entrenamiento de los comandos de sus Fuerzas Armadas, por las condiciones tan adversas que se viven allí”.
Gallo comentó que parte las condiciones de esta selva que la hace intransitable, es que ni siquiera hay vías de comunicación.
Resaltó que aparte de lo difícil que puede llegar a ser transitar la selva, se suma que “la zona está siendo azotada por grupos criminales que se aprovechan de los migrantes, muchas veces con falsas promesas, se ofrecen como guías para llevarlos de manera segura desde Colombia hasta Panamá y luego los despojan de las cosas que llevan para hacer la travesía”.
Aumento de migración venezolana en el Darién
Durante el año 2022, la situación migratoria del Darién no ha mermado, hasta el 4 de junio habían cruzado más de 34.000 viajeros, según cifras ofrecidas por Gozaine a la AP. Sin embargo, el mundo ha captado un cambio en la dinámica y estadísticas de la migración de este inhóspito lugar; ahora los venezolanos representan el mayor flujo de migrantes que cruzan el Tapón del Darién.
De acuerdo con las estadísticas de las autoridades panameñas, el número de personas de Venezuela que cruzó el Tapón del Darién en los primeros dos meses de 2022 (alrededor de 2.500) casi sumó el total de 2021 (2.819 personas).
Con relación a esto, Gallo señaló que genera preocupación que ahora son los venezolanos los que durante el 2022, se han convertido en el grupo más numeroso de migrantes que han tratado de cruzar la selva del Darién.
“Si alguien va a hacer esa ruta, tiene que pensarlo bien (…)” expresó un venezolano tras pasar el Tapón del Darién.
Relató que el trayecto “fue una locura, ahí vimos personas morirse, personas infartadas, padres ahorcándose porque se le morían los niños, mucha locura. Pasamos esas montañas y caminábamos sin comida ni agua, hubo momentos donde veíamos negro de no tener alimento y sin energía”.
“No le deseo a nadie cruzar esa travesía” afirmó otro migrante venezolano en un documental publicado el 11 de julio de este año por el canal argentino Todo Noticias y detalló “vimos a más de 15 personas morir, niños, personas adultas, personas mayores con baja de tensión, infartos, que no lograron atravesar el Darién como lo pudimos atravesar nosotros”.
Por su parte, una migrante venezolana, quién emprendió su viaje junto a su hija y esposo, contó “nos habían dicho que íbamos a pasar un día en la selva, al segundo día nos quedamos sin comida. Los guías nos dejaron botados en el camino, tuvimos que luchar, caminar y caminar hasta conseguir a alguien que se supiera el camino” señaló.
Además, advirtió a otros migrantes que planean cruzar el Darién “que no lo hagan, de verdad no arriesguen su vida, no lo hagan”, mientras que su pareja confesó que “durante los 4 días de ruta, solo piensas que te vas a morir”.
De igual manera, una joven venezolana comentó “me aventuré sin pensar que era una cosa tan fea, tan dura, no se lo recomiendo a nadie. Hubo una gran cantidad de personas que se murieron y podríamos haber sido nosotros. Nos arriesgamos a mucho la verdad. Yo no quiero entrar más ahí, no encontraba la hora de salir de esa selva, eso es horrible”.
La cifra total de personas que han cruzado la jungla este año, casi se ha triplicado en comparación con el mismo periodo el año pasado: de 2.928 en los primeros dos meses de 2021 a 8.456 en el mismo lapso en 2022. La cifra de este año incluye 1.367 niñas, niños y adolescentes.
Niños dentro de la selva del Darién
Más de 5.000 niños atravesaron en 2022 la inhóspita selva panameña del Darién, el doble de menores que cruzaron esta peligrosa ruta hacia Estados Unidos en el mismo período del año anterior, alertó en junio Unicef.
"Estamos en medio de la temporada de lluvias en este momento y nuestros equipos en el campo están viendo un aumento masivo de niños que ponen en riesgo sus vidas y cruzan la selva a pie en las peores condiciones climáticas", advirtió Jean Gough, directora de Unicef para América Latina y el Caribe.
"Cada vez más niños y niñas" se ven "obligados a huir de sus hogares como única opción viable para sobrevivir", añadió Gough en un comunicado.
Según Unicef, desde el 1 de enero hasta el 31 de mayo más de 5.000 menores cruzaron el Darién, el doble que en el mismo período de 2021. Además, en mayo de 2022 atravesaron la jungla 2.000 niños, cuatro veces más que en mayo de 2021.
Unicef también destacó que casi 170 niños no estaban acompañados o habían sido separados de sus familias. Algunos tampoco tenían identidad ni registro de nacimiento.
