“Nadie le está pidiendo grandes cosas, sino que
actúe de acuerdo al derecho internacional” destacó Cabello en alusión a las declaraciones del presidente, Alberto Fernández.
El avión con 19 tripulantes, entre los que se encontraban,
14 venezolanos y cinco iraníes, fue detenido pese a que ni en la nave o en la carga encontraron elementos de procedencia ilegal.
Los tripulantes del avión también fueron sometidos a pesquisas con perros que detectan explosivos y estupefacientes sin encontrar nada relevante.
El avión llegó a Argentina, procedente de México, haciendo escala en Venezuela, y dos días después partió para cargar combustible en Uruguay, sin embargo, tuvo que regresar al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en Argentina, porque el país vecino no autorizó su aterrizaje.
El avión, un Boeing 747 Dreamliner de carga, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a la Empresa de Transporte Aerocargo del Sur (Emtrasur), filial de Conviasa, empresas sancionadas por el Departamento del Tesoro de EE.UU.