Cabe destacar que Chanel y Dior suelen ser dos firmas a las que recurren las prescriptoras en materias de bolsos mini. Los de formas acordes a la temática del correspondiente desfile de Chanel son un objeto de coleccionista que alcanza precios estratosféricos en las plataformas de reventa. Existen modelos más discretos que dan un giro al 2.55 con diferentes texturas, como acolchado y mimbre, pero que siguen siendo un diseño para colgar del cuerpo, como si una joya más se tratase. En Dior, el Lady Dior en su tamaño XS es una forma de apostar por un clásico en una versión más juvenil.

El Anatomy bag de Schiaparelli sigue haciendo las delicias de insiders como Susana Lau. Los rasgos anatómicos de este complemento son uno de sus elementos más sencillos de reconocer. No tanto su practicidad: a duras penas cabe un teléfono de dimensiones habituales.

En Fendi, la estrategia respecto a los accesorios sigue la estela de otras marcas que decidieron reducir sus tamaños para ampliar su oferta. No solamente sucede en sus modelos más icónicos como el Baguette: otros diseños más novedosos como el C'mon también está disponible en versiones nano que hemos visto en el street style de París.