El arte expresado en telas de Yenny Bastida
Las raíces de una población van más allá de lo que se puede ver
Revista del Domingo.- El arte trasciende, evoluciona y se fusiona; además, tiene la capacidad de transmitir la cultura, esencia y cimientos de un gentilicio a través del tiempo.
Las raíces de una población van más allá de lo que se puede ver, están en cada pequeño detalle que va desde el aroma a café tostado, las tradicionales sillas de mimbre que adornan los porches de las casas en el interior del país, el repicar de un tambor o la vegetación de las sabanas.
Todas estas características están perfectamente representadas en cada colección de Yenny Bastida, una diseñadora de modas nacida en Barquisimeto, estado Lara, quien a través de sus prendas logra transmitir los matices, colores, formas y texturas que caracterizan a nuestro terruño.
“La inspiración de todas estas texturas que creamos para cada diseño es el ADN y ese universo que hacemos para el disfrute de la marca”, expresó Bastida.
La firma posee una identidad muy bien definida donde cada colección es ideada de manera minuciosa, bajo una línea de investigación profunda que logra descubrir y representar lo más significativo de un ámbito de nuestro país, incluso más allá de lo meramente estético o relacionado con la moda.
Un ejemplo de ello es la colección Colere, que está inspirada en los ciclos agrarios y la importancia de estos en la cultura.
“La mayoría de nuestras celebraciones o festividades surgen de agradecimientos por las buenas cosechas y los procesos lentos del campo, tan dedicados y nobles, y si se preguntan ¿qué tiene que ver eso con la moda? les puedo decir que todo”, comentó Yenny.
Además, como ella misma lo expresa, transformar con talento los recursos que se tienen a la mano. Varios de sus diseños cuentan con un sello especial, sostenible y que, además, enaltece el trabajo de nuestros aborígenes al integrar fibras naturales producidas artesanalmente en Venezuela, como la Curagua y otra procedente de la palma de Moriche.
VernáculaEsta es una colección que busca emular las costumbres que tienen al recibir a los turistas los pueblos donde se muestran tradiciones culturales trascendentes como Diablos Danzantes y La Zaragoza.
“Durante la creación de esta colección, me encontré no solamente con la belleza cultural, sino con la maravilla de cómo la gente te recibe con lo que tiene. O sea, sacan las sillas tejidas de colores al frente de su casa para que te sientes, te dan un café en sus tazas de peltre con un poquito de pan dulce y entonces te cuentan sus historias, te cuentan en lo que creen. Ahí empecé”, relató Bastida.
Destacó que, para crear esta nueva línea, se inspiró en objetos como las sillas y sus colores, los atavíos de los disfraces, esos tejidos, sus texturas, las bolsas de mercado, las tazas y cortinas. “Todo eso empezó a dar vuelta en mi cabeza y logré conceptualizar una colección para cerrar este año con piezas que fuesen femeninas, bellas, únicas y que celebren el poder de las manos y el poder de hacer cosas increíblemente bellas”, describió la diseñadora.
Yenny es la digna representación de una mujer venezolana exitosa, perseverante, creativa y, sobre todas las cosas, llena de pasión, orgullo y amor por lo que hace y por su tierra natal.
Su marca se ha ido desarrollando año tras año y hoy en día cuenta con telas tanto artesanales como industriales, hechas en Venezuela. Trabaja con textiles reciclados y fibras naturales provenientes de Delta Amacuro y de Aguasay, Monagas, que son la investigación e innovación en tejidos que desarrolla junto a su equipo.
