La pareja, que adquirió la propiedad por poco más de 60 millones de dólares el año pasado, enfrentaría una pérdida económica significativa tras haber invertido en mejoras sustanciales y considerando el reciente impuesto sobre propiedades de lujo en Estados Unidos. Este movimiento inmobiliario ha encendido las alarmas sobre una posible crisis matrimonial, alimentada por la ausencia notable de Affleck en eventos clave donde López ha brillado sola.
A pesar de los rumores de un "inminente divorcio" que circulan en los medios estadounidenses, los actores han mantenido un frente unido en apariciones públicas, aunque con semblantes que no han hecho más que aumentar las dudas sobre la solidez de su unión.

Sin embargo, hay quienes argumentan que la venta no es indicativa de problemas personales, sino financieros. El último álbum de López no alcanzó las expectativas comerciales, y su decisión de cancelar su gira para dedicar más tiempo a la familia también ha sido interpretada como una señal de ventas insuficientes.

Mientras los representantes de la pareja permanecen en silencio, el futuro de la mansión y la relación de López y Affleck sigue siendo un misterio.