Revista del Domingo-. Las relaciones a distancia se han vuelto muy frecuentes en los últimos años, gracias a la magia del Internet. Sin embargo, quienes han pasado por un noviazgo de esta forma afirman no querer repetir la experiencia. Además, quienes aún no han atravesado por algo similar señalan que no se imaginan involucrados en una relación a distancia. Al parecer, la generación Z está traumatizada por esta modalidad. Pero, ¿acaso todas las relaciones a distancia son malas?

Si deseas tener una relación a distancia o ya estás en una, conoce el lado positivo y no te asustes por lo que te cuentan los demás. Aunque sea complicado y frustrante, no todo tiene por qué ser negativo. De hecho, tener una relación a distancia durante un tiempo tiene muchos beneficios que las relaciones convencionales no ofrecen. A pesar de no ser ideales, podemos encontrarles un lado positivo.

¿Por qué tener una relación a distancia también tiene su lado positivo?

Uno de los principales problemas en las relaciones es no saber mantener la independencia, no desarrollar una vida individual sin el otro y, a veces, incluso estar dispuesto a perder amigos o alejarse de familiares por estar en esa burbuja con la pareja.

Cuando tenemos una relación a distancia, nos vemos obligados a llevar vidas independientes, a establecer vínculos de amistad tan fuertes como el romántico y a iniciar proyectos personales que no tienen que ver con el otro.

Nos permite tener una identidad totalmente definida e independiente de los gustos, preferencias u opiniones del otro. De esta forma, si la relación termina, tendremos un sistema de apoyo no solo en los demás, sino también en nosotros mismos.

Nuevas formas de comunicarnos

Si toda pareja debe tener una base de buena comunicación, en una relación a distancia debe ser aún mayor. Tendremos que hablar claramente de cómo nos sentimos, hacer un esfuerzo por encontrar tiempo para el otro incluso en los días más ocupados y descubrir nuevas formas de conectar.

También será bueno tener citas virtuales, ya sea para cenar juntos o simplemente para ver una película y comentarla al mismo tiempo. Se trata de encontrar momentos de calidad e intimidad incluso a la distancia.

Por otro lado, otra cosa de tener una relación a distancia quizás sea la posibilidad de conocer dos lugares distintos a la perfección, compartir sitios emocionantes que vamos descubriendo con el otro y buscar constantemente nuevos planes para cuando nos veamos. Esto es algo que no nos emociona tanto cuando vivimos en el mismo lugar porque lo damos por hecho.

Son formas de vivir experiencias divertidas y aprovechar el tiempo al máximo porque sabemos que es limitado. De la misma forma, seguramente también crearemos conexiones poco a poco con los amigos o familiares del otro. Personas que quizás no conoceríamos de otra forma. Así, nos abrimos a nuevos horizontes antes impensables.

Indudablemente, las relaciones a distancia nunca son un camino de rosas. Requieren mucha confianza, un compromiso claro, mucho amor y una gran comunicación. Para que una relación funcione, sea a distancia o no, es necesario la comunicación y la intención de elegir y querer estar con la persona con la que compartes tu día a día.