La jueza Gina Beovides ha declarado que el matrimonio está "irremediablemente roto" y ha ratificado el acuerdo, que incluye detalles sobre la pensión alimenticia de las niñas y la custodia, asegurando que estos términos son lo mejor para la familia. Aunque inicialmente intentaron mantener una relación amistosa por el bienestar de sus hijas, surgieron tensiones cuando Turner interpuso una demanda, alegando que Jonas estaba reteniendo a las niñas de manera injusta, impidiendo su traslado al Reino Unido, donde planeaban mudarse.

A pesar de las diferencias, ambos continuaron buscando un entendimiento y, tras varios meses de negociaciones, finalmente lograron llegar a un acuerdo. En marzo, Sophie decidió reactivar el caso en los juzgados de Miami Dade para que un juez resolviera de manera definitiva la custodia y la división de propiedades, ya que el acuerdo temporal había perdido vigencia.

La historia de amor entre Turner y Jonas comenzó en 2016 a través de redes sociales y culminó en una boda secreta en Las Vegas en 2019, seguida por una celebración en Francia. Aunque inicialmente afirmaron que su separación sería amistosa, los desafíos legales complicaron la situación. Sin embargo, ambos han comenzado a rehacer sus vidas por separado. Turner mantiene una relación discreta con el aristócrata británico Peregrine Pearson, mientras que Jonas ha sido visto recientemente con la actriz Lailla Abdallah.

Con este acuerdo, la expareja parece haber cerrado un capítulo difícil en sus vidas, enfocándose ahora en el bienestar de sus hijas y en sus nuevos caminos personales.