deslumbró en la Semana de la Moda de Milán con su colección femenina para primavera-verano 2025, presentando una audaz interpretación de la mujer empoderada.
Los directores creativos Miuccia Prada y Raf Simons mostraron 45 looks que desafían las convenciones, ofreciendo "una visión diferente y singular de ser Prada." La colección es una mezcla fascinante de influencias, donde el pasado y el presente convergen en una celebración de lo vintage y lo contemporáneo. "Cada uno puede encontrar su propia manera de ser un superhéroe", afirmaron los diseñadores tras el desfile, abriendo un diálogo sobre la redefinición de la feminidad y la fuerza personal en la moda.
La pasarela se llenó de una variedad de estilos, desde elegantes faldas lápiz hasta la rodilla adornadas con arneses y mosquetones, hasta vestidos de plumas combinados con anoraks naranjas vibrantes. La fusión de mallas con cinturones únicos, así como pantalones impresos, aportó una frescura a lo que tradicionalmente podría ser considerado estético.
Este evento destaca la trayectoria de Prada como una marca de culto, ocupando actualmente el tercer puesto en el ranking de las "hottest brands" de Lyst, justo por detrás de su hermana Miu Miu. Antonio Bandini Conti, diseñador asesor, explica la longevidad de la marca: "Prada ha sido fiel a su ADN, creando un culto sin perder su discreción".
Desde que Miuccia Prada asumió el cargo de directora creativa en 1978, ha explorado y deconstruido el vestuario de la mujer burguesa, manteniendo "proporciones divinas y un gusto refinado". Esta habilidad para forjar una identidad distintiva ha cultivado una clientela fiel que sigue eligiendo la marca.
Los números no mienten. Prada ha registrado un aumento del 6% en ventas al por menor en la primera mitad del año, mientras que Miu Miu, que presentará su colección en París la próxima semana, experimentó un incremento impresionante de más del 90% en sus ventas. Esto demuestra que, a pesar de los altibajos del mercado, Prada sigue en la cima, reinventándose constantemente sin perder su esencia.
Así, la propuesta de Prada en Milán no solo refleja una revolución estética, sino también una claridad estratégica en cómo abrazar el futuro de la moda. Si bien la colección ha despertado expectación, también reafirma el estatus perdurable de la marca en el competitivo mundo de la alta costura.