Salud
18 de febrero: Día Mundial del Asperger, una forma multicolor de ser
Este trastorno, es uno de los más difíciles de detectar por el núcleo familiar, según Montoya
18 de febrero de 2023
Salud.En el mundo hay más de 8 mil millones de habitantes, personas con diferentes cualidades que lo hacen resaltar entre una multitud, así pasa con los niños diagnosticados con el trastorno de Asperger o simplemente Asperger, quienes destacan por su comportamiento peculiar para comunicarse y socializar con su entorno a lo largo de su vida, además de mostrar una inteligencia superior a la media

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La Organización Mundial de Salud (OMS) describe el Asperger como un trastorno generalizado del desarrollo infantil que está actualmente incluido en la parte más funcional de los trastornos del espectro autista (TEA), afectando a siete de cada mil niños y niñas en el mundo, siendo estos primeros los mas vulnerables en padecerlo.

En conmemoración al Día Mundial del Aspergen, celebrado cada 18 de febrero desde el año 2007, esta casa editora, realizó una entrevista a la psicóloga clínica, Fabiola Montoya egresada de la Universidad Arturo Michelena (UAM), para conocer desde su experiencia más sobre este trastorno. 

Montoya señala que, a partir del 2013, el Asperger, “es eliminado su diagnóstico de síndrome y se comenzó a colocar los primeros síntomas (…) por lo que fue incluido al trastorno del espectro autista (TEA) junto con el Autismo común y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado”, de acuerdo a lo reseñado en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5, por sus siglas en inglés).

Este trastorno, es uno de los más difíciles de detectar por el núcleo familiar, siendo los maestros quienes casi siempre descubren que el niño muestra aptitudes diferentes “en comparación al resto”, especialmente entre la edad de 3 a 8 años. 

“Es difícil, porque normalmente no presenta ningún rasgo físico o discapacidad intelectual que los identifique”, explica Montoya, por lo que es comprensible que pase desapercibido frente a los padres o representantes del menor.

Asimismo, señaló que los maestros son capaces de identificar los primeros síntomas debido al comportamiento en clase, ya que los aspies (personas con Asperger) tienen escasas habilidades sociales, tienden a estar solos, así como la falta de entendimiento de la comunicación no verbal a causa de la evolución en el procesamiento de los estímulos neuronales y la dificultad para entender el mundo social. 

También, algunos rasgos diferenciadores es la dificultad para trabajar en equipo y mantener relaciones sociales de amistad o pareja, ansiedad y depresión, perfeccionismo, aparte de que focalizan toda su atención en el aprendizaje de tantos datos como caerán en sus manos, o en actividades de colección, sobre esas áreas que les interesan de forma, a veces, obsesiva.

Sin embargo, aunque en el Internet se habla mucho sobre el trastorno de Aspergen, la brecha en lo que hay y se necesita saber, es amplia. Son pocos los artículos que especifican a qué médico o especialista se deben acudir para poder tener un diagnóstico ante el comportamiento “extraño” de los niños. 

Los padres deben acudir a un “pediatra, neurólogo oa un psicólogo” para poder definir el tratamiento y la terapeuta que ayude al individuo a su desarrollo, indica Montoya. 

La terapia, aunque en el país aún es vista con escepticismo, se hace fundamental que la persona diagnosticada con este trastorno las realice ya que “la terapia cognitivo conductual” trabaja técnicas que favorece a relacionarse mejor, sobrellevar las emociones y las obsesiones que el niño puede desarrollar. 

“Además, los ayuda con el control de sus impulsos, los miedos y las obsesiones que pueden tener”, esto último, es un rasgo muy particular de los niños con Asperger. 

La especialista, por su experiencia, asegura que entre las etapas más difíciles que puede atravesar los aspies, es cuando se encuentra en la adolescencia a causa de los múltiples cambios a los que se deben enfrentar, pero también por el entorno en que se está desarrollando. 

“La gran mayoría presenta dificultad en la etapa de la adolescencia por los cambios psicológicos, metabólicos y corporales, teniendo una repercusión importante en la sociabilización” ya que recibe muchos estímulos de agentes externos.

Fabiola Montoya, describió que las personas con Asperger deben estar rodeadas de individuos que intenten no cambiarlos, así como irrespetar o juzgarlos. 

“Es importante tratarlos con amor (aunque ellos no sean cariñosos), respetar su espacio personal y anticiparles las cosas para mantener sus rutinas que les permitan conservar un estado de ánimo alegre”, respecto al perfeccionismo, indica que las tareas indicadas no son demasiado complicadas “sino llevarlos poco a poco”. 

Otra desconfianza que ronda al trastorno de Asperger, es que, si todos los diagnosticados pueden sufrir de ansiedad y depresión, la respuesta es no. No todas las personas pueden llegar a pasar por depresión o ansiedad.

“Tienen tendencia a padecer ansiedad, estrés y depresión. Esta última es un trastorno del estado del animo en el cual existen sentimientos de tristeza, ira y frustración, lo que puede interferir mucho en la vida del niño con Asperger”, señala Montoya. 

La psicóloga Montoya, cree necesario que la persona acuda a “una estimulación constante con un terapeuta, que la familia este involucrada” para que el niño pueda adaptarse al ambiente. 

Cada aspies alrededor del mundo, muestran patrones similares de conducta, sin embargo, la terapia, el apoyo y la compresión familiar son herramientas que les ayudan a adaptarse de mejor manera sin dejar de ser ellos mismos.

Estar rodeado de una persona con capacidades, es otra manera de permitir como sociedad, poder comunicarnos con un lenguaje más claro y directo, además de que ellos forman parte de la misma y que sus necesidades se deben equilibrar con las de los demás integrantes

El Síndrome de Asperger fue descrito por primera vez por el doctor Hans Asperger en un artículo publicado en Viena en 1944, al analizar un grupo de niñas y niños con capacidad intelectual normal, pero con problemas en destrezas sociales, emocionales y de comunicación, además de conductas e intereses inusuales. En 1981, Lorna Wing, psiquiatra británica, le dio el nombre de síndrome de Asperger.
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VÍA Kariangel Parababi
FUENTE Editoría de Notitarde