En ese periodo, la variedad de terminologías utilizadas entre los investigadores científicos para describir la transmisión del patógeno del covid-19 provocaba distintas interpretaciones y problemas para transmitir a la población la información que se iba descubriendo.
Esto llevó a la OMS a lanzar consultas entre expertos de cuatro grandes agencias sanitarias del mundo, como son las agencias de control y prevención de enfermedades de África, de Europa, de China y de Estados Unidos, cuyos intercambios han dado como resultado una descripción común de los patógenos transmisibles por el aire en circunstancias clásicas.
La más conocida se da cuando hay individuos infectados con patógenos respiratorios y que pueden generar o expeler partículas que los contienen a través de la nariz y la boca cuando respiran, hablan, cantan, escupen, tosen o estornudan.
A partir de ahora, esas partículas pasarán a ser descritas para todos los efectos con el término «partículas de infecciones respiratorias», en lugar de aerosoles (cuando se trata de las partículas más pequeñas) o gotitas (partículas más grandes).
«La terminología acordada para los patógenos que se transmiten a través del aire ayudará a establecer un nuevo camino para las agendas de investigación y las intervenciones de salud pública, ya que ayudará a identificar, comunicar y responder a los patógenos existentes y nuevos», comentó la OMS.