Según la plataforma ‘Mi Escuela Saludable’, impulsada por las organizaciones mexicanas El Poder del Consumidor y Red por los Derechos de la Infancia (Redim), durante el ciclo escolar 2023-2024, la mayoría de los espacios escolares en el país han incumplido con la regulación obligatoria y sancionable.
Del total de las 9 mil 582 escuelas reportadas, 79% venden refrescos, 98% venden golosinas, dulces, frituras y/o helados; en contraste, sólo 19% tienen acceso a frutas, verduras y agua potable para consumo.
Además, apenas 4 % cuentan con un comité que vigila el cumplimiento de la ley.
“Hoy estamos frente a una crisis en las que niños, niñas y adolescentes no tienen acceso a alimentos saludables y agua potable, y en cambio, 98 % de las escuelas venden de forma ilimitada refrescos, dulces, galletas, frituras y dulces, y a veces como única opción de consumo; dañando su salud, nutrición y aprendizaje”, acusaron.
Ana Abreu, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), aseguró que la ley que prohíbe la preparación, venta y distribución de alimentos y bebidas con bajo valor nutricional dentro de las escuelas, reducirá la prevalencia de obesidad infantil hasta un 7% anual y si la regulación se aplica efectivamente en un 80%.
“Por ello, es urgente contar con lineamientos claros y de fácil implementación, así como el monitoreo continuo, incluyendo la aplicación de sanciones cuando sean necesarias. Esto asegurará el bienestar de niñas, niños y adolescentes en las escuelas”, expuso.
En tanto, Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Redim, declaró que la reforma a la ley y el reconocimiento al derecho a la alimentación adecuada son parte del marco de derechos que deben ser velados y garantizados para la infancia mexicana.
Finalmente, hicieron un llamado a las candidatas y el candidato a la presidencia para proteger y garantizar entornos saludables a niñas, niños y adolescentes, y a la SEP a diseñar e implementar los lineamientos para la venta de alimentos y bebidas de acuerdo a la Ley General de Educación.