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La situación del STC, signos y síntomas clínicos por la presión sobre el nervio mediano a su paso por el túnel carpiano en la muñeca, con la pandemia por Covid-19 ha llegado a un punto crítico porque el sobreuso de los equipos para interactuar y trabajar de forma remota han incrementado las patologías compresivas neurotendinosas.

Esas patologías incluyen al síndrome de túnel cubital, tendinitis de los extensores o flexores, tenosinovitis, epicondilitis, epitrocleitis y más. 

De acuerdo con el doctor José Vicarí, jefe del Servicio de Cirugía de la Mano y Reconstructiva del Miembro Superior del hospital Universitario de Caracas, producto de la prolongada cuarentena, las personas se han ocupado la mayor cantidad de tiempo en los quehaceres y el uso de los dispositivos tecnológicos.

Además, precisa en entrevista a que, dado el distanciamiento social y el cierre de espacios para los deportes extremos, lo que a su vez limita la supervisión profesional, ha conllevado al aumento en la realización de movimientos repetitivos de alto impacto que elevan la presión a nivel del túnel del carpo.

En lo que se refiere a equipos tecnológicos, las personas se mantienen conectadas acarreando patologías compresivas neurotendinosas y síndromes compresivos de nervios periféricos como el STC, que es una enfermedad progresiva de manifestaciones tróficas, sensitivas y motoras que, aunque no es mortal, puede conducir al daño del nervio mediano completo, e irreversible, con la consiguiente pérdida de la función de la mano, causando una afectación física, psíquica, social y laboral.

Otras acciones en el hogar o trabajo que lo estimulan son: corte y costura, manipulación de maquinaria y uso repetido del secador de cabello, uso continuo del ratón de la computadora, escribir, planchar, tejer, lavar la ropa a mano, fregar los platos, tocar un instrumento musical, cargar bolsas u objetos muy pesados, agrega.

Riesgo y síntomas

Estudios señalan que la prevalencia del síndrome del túnel carpiano en la población oscila entre 1 % y 10 %. Otros apuntan a que las diferencias por sexo no son tan relevantes, sino el tipo de trabajo que se realiza y aumenta entre un 15 % a 20 % en trabajadores que emplean movimientos mecánicos repetitivos a nivel manual e implican la ejecución de la pinza básica de la mano.

La gran mayoría de los casos de STC son idiopáticos o espontáneos. Los síntomas se agravan en horas del día por actividades en las que las muñecas están en posiciones flexionadas o extendidas durante períodos prolongados de tiempo, como al conducir, hablar o escribir por teléfono y al usar la computadora.

También tiene un impacto indirecto al estar relacionada con lesiones ocupantes del espacio, enfermedades del tejido conectivo y reumatológicas por depósitos de microcristales, las infecciones, enfermedades metabólicas y endocrinas, lesiones iatrogénicas y misceláneas como diálisis y fracturas; enfermedades ocupacionales como carniceros, mecanógrafos y deportistas, y más.

El doctor Vicarí explica que, por lo general, quienes sufren el STC presentan dolor intermitente y parestesias en el nervio mediano de la mano que incluye los dedos pulgar, índice, medio y la mitad radial del anular. Se manifiestan gradualmente durante meses y años, y casi siempre se empeoran durante horas de la noche.

Sin embargo, lo más frecuente es que el paciente presente torpeza de la mano cuando agarra un objeto, entumecimiento, hormigueo en el pulgar, índice y dedo medio de una mano o ambas, en la palma, dolor extendido al codo y en la muñeca, así como problemas con los movimientos finos de los dedos; prensión débil y las manos tienden a fatigarse con actividades repetitivas.

Los criterios clínicos definen la lesión nerviosa en leve, moderada y severa, según el grado de compromiso.

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