La idea es que se ponga a disposición de todos los países -independientemente de su nivel de renta- las pruebas de diagnóstico, tratamientos, vacunas, material de protección para el personal médico y cualquier otro insumo esencial para afrontar otra pandemia.
Aunque ningún país se opone públicamente a este principio, la división es evidente entre los países que cuentan con recursos y un aparato industrial suficientemente desarrollado y aquellos que carecen de estos medios, reconoció a EFE una fuente con acceso directo a las negociaciones, que se realizan a puerta cerrada.
En el primer grupo no solo se encuentran países desarrollados e industrializados, sino también potencias emergentes como Brasil, India y Sudáfrica, con capacidad de producción farmacéutica, incluida de genéricos.
Otro de los asuntos en los que aún no se ha llegado a un terreno común es el concepto acuñado por la OMS de "Una sola salud" que parte de la noción de que la salud humana, animal y el medio ambiente están interrelacionados y se influyen entre si, lo que debe quedar reflejado en las políticas sanitarias nacionales.