De acuerdo con los resultados obtenidos, hay 33 factores que desempeñan un papel de los así llamados "mediadores entre el espectro del bienestar y el fenotipo genéticamente independiente (GIP, por sus siglas en inglés) del envejecimiento". Entre ellos constan el estilo de vida (por ejemplo, hábitos de ver la tele y fumar), comportamiento (como el uso de medicamentos) y enfermedades (insuficiencia cardiaca, trastorno de hiperactividad por déficit de atención, derrame cerebral, etc.)
Además, los autores indican que aumentar la ingesta de queso y fruta puede conducir a mejoras en la salud. El estudio detalla que el queso fue uno de los cinco mediadores clave en el conjunto del estilo de vida que tuvo un impacto positivo del 3,67 % en los factores del envejecimiento saludable, mientras que un mayor consumo de fruta obtuvo el 1,96 %.