La presencia de estos químicos cancerígenos en envases alimentarios utilizados por todo el mundo muestra que incluso en las regiones donde existen fuertes regulaciones para velar por la seguridad de los consumidores, como la Unión Europea y Estados Unidos, no están a salvo de la exposición nociva, advirtió la fundación Food Packaging Forum, que llevó a cabo la investigación.
Para lograr identificar estas sustancias peligrosas fue a base de datos FCCmigex, que integra información de centenares de estudios científicos sobre productos que entran en contacto con alimentos. Incluso el análisis más reciente de los datos utilizados para la investigación del año 2020 a 2022, que simulan las condiciones de uso real, identificó 76 cancerígenos mamarios en los materiales que entran en contacto con alimentos, 61 de los cuales un 80% provenían de plásticos.
Los 76 cancerígenos, tanto potenciales como ya confirmados, estaban presentes en envases de productos que se comercializan en varios países, incluyendo Brasil, México, Canadá, EE.UU., China, Ghana, Egipto, Alemania, Austria, Dinamarca, España, Grecia, Hungría, Polonia, la India, Turquía, Irán, Malasia, Nigeria y Siria, lo que pone de relieve el carácter global de este problema.
A pesar de las regulaciones existentes, el estudio muestra la insuficiencia de medidas que puedan prevenir la exposición a los cancerígenos. "El potencial de prevención del cáncer mediante la reducción de sustancias químicas peligrosas en la vida diaria está insuficientemente explorado y merece mucha más atención", indicó la coautora del estudio Jane Muncke, directora general de Food Packaging Forum.