El desgaste emocional y físico de quejarse por todo
Cuando ese talante negativo invade nuestra vida diaria ocurre un desgaste emocional y fisiológico, con un impacto significativo en la salud emocional
Salud.- El lamento crónico tiene un impacto significativo en la salud emocional, mental e incluso física tanto de quienes se quejan como de quienes reciben los comentarios pesarosos.
Pero ¿por qué nos quejamos tanto? Algunos expertos consideran que actúa como un mecanismo de afrontamiento a través del cual liberamos tensión o buscamos validación.
Solemos quejarnos de las colas, del clima, el trabajo o las dificultades económicas.
Para muchos, la queja es algo inofensivo e incluso terapéutico que sirve de desahogo emocional. También es una función adaptativa del ser humano.
Los problemas comienzan cuando la queja se convierte en un lamento crónico que se extiende a numerosos contextos.
Cuando ese talante negativo invade nuestra vida diaria ocurre un desgaste emocional y fisiológico, con un impacto significativo en la salud emocional, mental e incluso física tanto de quienes se quejan como de quienes reciben los comentarios pesarosos.
Lamentarse puede provocar cambios estructurales en el cerebro que, a su vez, generan problemas en la solución de problemas y la función cognitiva. Y también se le ha vinculado con la enfermedad ansioso-depresiva.
Pero ser consciente del hábito es esencial para mejorar la calidad de vida.
Estrategias para cambiar de actitud- Practicar la gratitud. Centrar la atención en el momento con el foco en lo que tenemos favorece el agradecimiento. Registrar las cosas por las que podemos sentirnos agradecidos en un diario ayuda a cambiar la perspectiva.
- Buscar soluciones. Hacer, por ejemplo, una lista de posibles acciones para mejorar una situación nos da una sensación de control y reduce la frustración.
- Prestar atención a nuestras palabras. La psiconeurolingüística nos enseña que ser consciente del lenguaje que utilizamos y modificarlo para que sea más positivo o neutral nos puede ayudar a cambiar el patrón de pensamiento.
- Establecer límites con los demás. Se trata de un mecanismo de protección. Supone, por ejemplo, evitar conversaciones que se centren demasiado en lo negativo o proponer un enfoque más constructivo para los problemas.
- Sin duda, ser consciente del hábito malsano de quejarse sin descanso e intentar cambiarlo es esencial para mejorar la calidad de vida. Es un objetivo que forma parte del crecimiento personal de cada individuo y que se puede reforzar con el apoyo de la terapia psicológica.