Conoce los efectos del uso de pantallas en niños
Se deben establecer límites para garantizar un uso equilibrado
Salud: La tecnología forma parte de nuestro día a día, pero su uso excesivo puede tener efectos significativos en nuestro bienestar, especialmente en los niños. Sin embargo, con hábitos saludables y una buena gestión de su uso, podemos disminuir estos riesgos.
El cerebro infantil, especialmente en la franja de 0 a 6 años, es muy vulnerable a la sobreexposición a estímulos visuales y auditivos. A edades tan tempranas, los niños no cuentan con la madurez suficiente para procesar adecuadamente lo que ven en un móvil, tablet u ordenador.
Esta sobreestimulación genera un exceso de dopamina, lo que puede hacer que el “mundo real” les resulte menos interesante y aburrido. Como consecuencia, los niños pueden volverse más irritables, mostrar menos paciencia y tener dificultades para concentrarse.
Además, el uso prolongado de pantallas afecta la capacidad de los niños para desarrollar habilidades clave, como la autorregulación emocional. Si cada vez que un niño tiene una rabieta recurrimos a distraerlo con una pantalla, estaríamos perdiendo la oportunidad de enseñarle a gestionar sus emociones. A largo plazo, esto puede tener un impacto negativo en su capacidad para enfrentar frustraciones y resolver conflictos por sí mismos.
Además de los impactos emocionales, el uso excesivo de pantallas también podría afectar a la salud física de los niños.
Entre los problemas más comunes encontramos alteraciones del sueño, fatiga ocular o problemas posturales. La falta de actividad física puede, además, contribuir al sobrepeso infantil.
¿Cómo podemos gestionar el uso de pantallas?
Especialista indican que aunque las pantallas están presentes en casi todos los aspectos de nuestra vida, es posible establecer límites para garantizar un uso equilibrado.
Establecer límites claros: Para los niños entre 0 y 3 años, lo ideal es evitar completamente el uso de pantallas. Entre los 4 y los 6 años, se recomienda limitar el tiempo de exposición a 30 minutos diarios.
Fomentar actividades fuera de línea: El deporte, la música, el arte o la lectura, son esenciales para el desarrollo integral de los niños.
Promover la interacción social: Si no se gestiona correctamente el uso de las pantallas, podemos llevar al niño a una desconexión social. Debemos fomentar la comunicación cara a cara, tanto dentro como fuera de casa.
Además, intenta prestar atención y pasar más tiempo con los pequeños, y evitar hacerle más caso al móvil que a tu hijo. ¡El ejemplo que damos es importante!