En esta ocasión, hablamos del maní, un superalimento muy demandado en estas tierras venezolanas.
Antioxidante
El maní contiene antioxidantes en altas concentraciones que suelen ser más beneficiosas cuando se hierve. Estos antioxidantes disminuyen el daño generado por los radicales libres que se producen en el organismo.
Protege la piel
La abundancia de vitamina E en el maní permite mantener la piel hidratada y con elasticidad y la protege de los radicales libres que causan daños.
Reduce el colesterol
Disminuye casi en su totalidad los niveles de colesterol malo y aumenta el bueno debido a que contiene grasas mono-insaturadas. Especialmente ácido oleico que ayuda a prevenir enfermedades coronarias.
Provee energía
El maní contiene vitaminas, nutrientes, minerales, antioxidantes y es, además, una rica fuente de energía.
Ayuda al crecimiento
Es un alimento ideal para los niños en etapa de crecimiento ya que los aminoácidos presentes en este fruto son excelentes para el progreso y desarrollo del cuerpo.
Multivitamínico natural
Este fruto seco es un alto contenedor de complejo B, vitamina niacina, riboflavina, tiamina, vitamina B6, vitamina B9, ácido pantoténico, entre otros.
Afrodisíaco
El maní es especialmente rico en Zinc, un mineral que se encuentra en las células por todo el cuerpo y que es necesario para numerosos procesos metabólicos. Especialmente durante la actividad sexual. En Perú es considerado un alimento afrodisíaco.
Regula el azúcar en la sangre
El manganeso que posee el maní ayuda a la absorción del calcio, metaboliza mejor las grasas y los hidratos de carbono y así regula el nivel de azúcar en la sangre.
Previene la resaca
Consumir maní antes y durante la ingesta de alcohol, puede prevenir efectos secundarios.
Reduce el riesgo de enfermedades
Previene problemas en el corazón, enfermedades de los nervios, Alzheimer entre otras infecciones debido a un poli-fenólico antioxidante. Además, previene el ACV debido al aumento de la producción del óxido nítrico y el ácido p-cumárico tiene la capacidad de reducir el riesgo de cáncer de estómago, según recoge un artículo de 2001.