Algo en lo que hace hincapié es en la importancia de cenar temprano, ya que cuando lo hace tarde puede alterar los ritmos circadianos y esto dificulta el descanso nocturno y puede afectar la capacidad de que el cuerpo se recupere de la mejor manera.
Él recomienda el ayuno intermitente, debido a que este consiste en dejar pasar un período de 12 horas entre la última comida del día y el desayuno y esta práctica es de gran beneficio para el cuerpo, porque le permite que se regenere durante la noche y mejora la sensibilidad a la insulina y reduce el riesgo de enfermedades metabólicas.
Este es el secreto de la última comida del día
Valter Longo aconseja que las personas en la noche deben consumir alimentos ligeros y fáciles de digerir, como lo son las sopas de verduras, las ensaladas con vegetales de hoja verde, batidos a base de verduras y frutas con un toque de jengibre.
Estos alimentos no son solo nutritivos, sino que también le permiten que el sistema digestivo se relaje y se prepare para el descanso, es por eso que la cena se convierte en un gran aliado para la longevidad.
“Es mejor para la esperanza de vida una dieta con un 80 por ciento de carbohidratos que una dieta baja en carbohidratos. En la dieta de la longevidad, hablamos de grasas, sí, pero ciertos tipos de grasas, como el aceite de oliva, los frutos secos y probablemente ciertos pescados como el salmón, parecen estar asociados constantemente con una vida más larga”, explicó.