Sucesos
El temor impera en el callejón donde vivía Franyelis Véliz
Padres de 17 menores están alertas tras el asesinato
2 de noviembre de 2022

Guacara.- El silencio y la desolación imperan en el callejón La Gracia de Dios de Tronconero, municipio Guacara, ocho días después del asesinato de Franyelis Raquel Véliz Rodríguez (5), conocida cariñosamente como “La Purri”.

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De aquella música estridente que retumbaba la madrugada del lunes 24 de octubre no quedó rastro: la alegría que caracterizaba a la fraternal comunidad quedó sepultada bajo el luto, el miedo y la incertidumbre.

A los vecinos consternados por el violento y desgarrador hecho se les ha dificultado conciliar el sueño. En un recorrido realizado por el equipo de esta casa editora, manifestaron su preocupación por los menores de la calle, en la que viven al menos 17 menores con edad comprendidas entre los 2 y 17 años. “Una veía a la muchachita por aquí corriendo, gritando, jugando y de repente pasó esto. Los niños andan nerviosos y los muchachos que encontraron a la niña en el pozo andan con la psicosis”, comentó Zulay Almarza, vecina de la pequeña cuyos restos reposan en el cementerio Sagrado Corazón de Jesús del sector El Toco.

Los hijos de Yelizta González, primos de Franyelis, también han estado intranquilos. “Hay mucho temor, sobre todo en las noches que esto parece una boca de lobo y nos encerramos todos. Mis niñas ni siquiera quieren ir al baño solas, aunque quede adentro de la casa”, comentó la señora de 34 años, quien trabajaba con Jéssica en vivero de barrio.

El trauma

Por su parte, Carmen González, otra prima de “La Purri”, consideró que es necesaria atención psicológica de emergencia para Carlos, hermano de la niña a quien encontró muerta al fondo del pozo séptico de siete anillos, como si fuera una muñeca de juguete. “Es un trauma bien tremendo el que vivió. Si a uno que está viejo le afectó, imagínese a Carlitos”, estimó.

“Mi hijo Silvestre tiene 27 años y todavía sigue afectado por lo que vio y lo que tuvo que pasar en el Cicpc. Carlos apenas tiene 14, sigue siendo un niño. Él era un muchacho muy echador de broma y ahora se le ve por allí con una angustia y una tristeza”, añadió Almarza.

Representantes de los menores del callejón también explicaron que desde lo ocurrido, no dejan a sus hijos solos. “Los acompañamos a todas partes. Los dejamos en el colegio y los buscamos en la puerta, aunque quede cerca”, aseguró un residente del callejón mientras buscaba a su hija en la Unidad Educativa Andrés Eloy Blanco, escuela donde Franyelis iba a empezar a estudiar el segundo nivel de preescolar.
 
Jéssica Rodríguez, la madre de la víctima, fue imputada por omisión en el abuso y asesinato de su hija y está privada de libertad en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Mariara, Diego Ibarra.

Se sabe que su caso está en la etapa de diligencias investigativas dirigidas por la Fiscalía 20° del Ministerio Público en Carabobo. Le fue asignada la doctora Neigmar Rivas Alcina como defensora pública.
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VÍA NT
FUENTE Editoría de Notitarde